ROMA.- Luciano Moggi, ex director general del Juventus Turín y principal encausado en el proceso por fraude deportivo vivido en el fútbol italiano, tenía cinco líneas de teléfono móvil, consideradas "seguras" al ser de compañías extranjeras, para comunicarse con los árbitros y designadores.
Dos de estas "líneas seguras", usadas en distintos periodos, le servían a Moggi para comunicarse con los entonces designadores arbitrales Paolo Bergamo y Pierluigi Pairetto; las otras tres eran para hacerlo con los árbitros inmersos en el "sistema" y con Marino Fabiani, entonces ex director deportivo del Messina.
Estos datos son recogidos en las investigaciones realizadas por la Fiscalía de Nápoles, que ha abierto un nuevo caso "calcipoli" (fraude deportivo en el fútbol), que ha traído consigo cuarenta y ocho nuevas notificaciones oficiales de estar siendo investigado y podría traer, junto a nuevas sanciones deportivas, también las penales.
Según se desprende de las investigaciones, apuntan medios informativos italianos, las cinco líneas telefónicas de servidores extranjeros (Suiza y Liechtenstein), eran usadas en "gran número" en los días previos a los sorteos de elección de las ternas arbitrales, así como después de los partidos.
Conversaciones telefónicas no sólo de Moggi con los otros implicados, sino también de estos entre sí.