Messi ya había hecho en la PlayStation su "maradoniano" gol

BARCELONA.- El argentino Lionel Messi, autor el miércoles de uno de los mejores goles de la historia del fútbol, reveló que ya había anotado uno similar jugando a la PlayStation.

"En la consola ya marqué ese gol. Con las manos es más fácil", dijo Messi en una extensa entrevista que publica hoy "El Periódico de Catalunya".

El delantero argentino agregó que el Messi virtual es incluso mejor que el real.

"El de la 'play' es mejor. Al principio nos reíamos mucho con mi hermano. Me resultaba raro verme en la máquina, recién empezaba en el Barcelona. Cogía el balón y no lo tocaba nadie más".

Messi, de 19 años, anotó dos goles el miércoles en el Camp Nou, durante la ida de las semifinales de la Copa del rey que su equipo ganó 5-2 ante el Getafe.

El primero de los tantos, en el minuto 29, fue muy similar al gol de su compatriota Diego Maradona ante Inglaterra por los cuartos de final del Mundial de México 86, y se convirtió en la noticia deportiva de la semana.

Pese a los elogios, Messi aseguró que su meta no es convertir goles atractivos.

"Nunca he pensado en hacer goles bonitos. Si lo piensas, no sale".

El argentino confesó que no podría imaginarse más que vistiendo una camiseta de fútbol.

"En los estudios era un desastre, así que mucho no iba a poder ser... Nunca me atrajo nada que no fuera el fútbol, me encantaba", dijo, al tiempo que hizo un encendido elogio del fútbol en la calle como escuela para jugadores.

El valor de la calle

"En Argentina es muy normal, cuando se es chiquitito, jugar en la calle. Está llena de niños. Es donde empecé. Acá nunca vi un partido en la calle. Cuando llegamos a Barcelona lo hablábamos con la familia: ’¨Has visto? Acá no sale nadie a la calle, no hay partidos’. En Barcelona no hay lugares para montar partiditos. Allá sucede lo contrario: encuentras cualquier lugar para colocar dos piedras como portería y jugar un partido".

Según Messi, lo que se aprende en la calle es más que valioso.

"Aprendes muchísimas cosas. Juegas en terrenos de tierra, donde la pelota te va haciendo botecitos, como un conejo, y juegas contra chicos más grandes. Por eso nunca te asustas de nada".

"En la calle se aprende mucha picardía. Mucha trampa en el buen sentido. En la calle lo aprendí todo, se disfruta muchísimo. Esos partidos de chico son los más lindos que he jugado nunca. Son inolvidables, más lindos que el de un campo grande. Por la sensación de libertad que tienes, porque haces lo que quieres, porque no hay responsabilidades. Se trata sólo de jugar y divertirte. Y te puedes pelear con el compañero. A veces se peleaban conmigo porque no pasaba el balón".

Messi, que de niño debió someterse a un tratamiento para forzar su crecimiento, recordó lo duro que era a veces enfrentarse a jugadores más poderosos físicamente.

"A veces miraba a los defensas y decía: ’Uff, qué grandote es este tío!’ Pero asustarme, nunca. ¿Por qué? Dentro de una cancha nunca tuve miedo. ¿Qué te puede pasar en la cancha? Nada ¿Que te den una patada? No puedes pensarlo ¿Si me han intimidado? Muchas veces. Acá no tanto. Pero en Argentina, siendo un niño, lo intentaban. Me decían de todo. Con la selección también, sobre todo en Uruguay y Paraguay. Es muy normal".

Sin planificación

La estrella del Barcelona añadió que improvisa siempre, que jamás planifica la jugada.

"Nunca pienso en regates ni en lo que voy a hacer, ni practico nada. Hago lo mismo que en la calle, lo que me sale en el momento. Es inspiración: si tengo un problema lo resuelvo al momento, no hay nada predeterminado. Me pasó en el gol del otro día. Cuando iba a tirar, vi que el defensa se lanzaba al suelo y entonces pensé en tocarla con la derecha. Sí, la pierna mala. Pero he mejorado mucho. Ya marqué un gol al Sevilla con ella".

Además de elogiar al brasileño Ronaldinho -"cuando estoy en la otra punta del campo y veo las cosas tan espectaculares que hace, me río. No lo puedo evitar"-, Messi aseguró que no dejará el Barcelona, y destacó la tranquilidad que tiene en la ciudad española en comparación con lo que sucede en Rosario, su ciudad natal en Argentina.

"Puedo salir a caminar, a pasear tranquilamente. En Rosario, por ejemplo, cuando me estaba recuperando de la lesión, lo intenté una vez y se me tiraron todos encima, fue algo increíble".