PARÍS.- Varias de las muestras de orina depositadas por el estadounidense Floyd Landis en el pasado Tour de Francia contenían testosterona sintética, según se desprende de los análisis efectuados en los últimos días en Francia, informa hoy la página web del diario L'Equipe.
El laboratorio francés de Chatenay-Malabry fue encargado por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) para analizar en profundidad las muestras de orina de Landis, con el fin de detectar si contenían testosterona exógena, lo que constituiría una prueba de dopaje.
Según el rotativo, los análisis muestran "claramente" y "en varias ocasiones" que había testosterona sintética, es decir, de origen exógeno, en esas muestras.
En total, el laboratorio conservaba siete muestras de orina de Landis de las que, inicialmente, sólo había dado positivo una, la recogida tras la etapa 17, con final en la estación de Morzine, que contenía una tasa anormalmente alta de testosterona, lo que dio lugar a la apertura de una investigación por dopaje al ganador del Tour.
El ciclista norteamericano aseguró que la testosterona era de origen endógeno y negó haber consumido ningún producto prohibido.
Para determinarlo, la USADA ordenó volver a analizar el resto de las muestras de orina que, aunque no habían mostrado una tasa anormalmente elevada de testosterona, podían ayudar a dilucidar si ésta era de origen exógeno.
Según L'Equipe, la revelación de restos de testosterona sintética en los nuevos análisis del laboratorio francés echan por tierra la estrategia de defensa de Landis, que debe comparecer el próximo 14 de mayo ante la USADA y que se enfrenta a una suspensión de dos años.
Además, en el caso de ser considerado culpable de dopaje, el ciclista sería desposeído de su título de ganador del pasado Tour de Francia, mérito que recaería en el español Oscar Pereiro, segundo en el podium de los Campos Elíseos de París.
Antes de que L'Equipe revelara el contenido de los análisis, el abogado del ciclista, Paul Scott, se quejó de que no le permitieran asistir a los mismos, algo que enturbia, según él, la integridad de todo el proceso.
"Nunca he visto algo como lo que experimenté ayer. La limitación que se nos impuso demuestra la falta de objetividad del proceso y el interés de la USADA por controlarlo", afirmó Scott en un comunicado.
Ante esta situación, Scott aseguró que los resultados de Chatenay-Malabry son "científicamente no válidos".