BERLÍN/MILÁN.- El ciclista italiano Iván Basso parece estar siguiendo los pasos del alemán Jan Ullrich en su presunta implicación en el caso de dopaje en torno al médico español Eufemiano Fuentes.
Mientras nuevas informaciones aparecidas en España lo ponen aún más contra las cuerdas, los medios especulan sobre la posibilidad de que el fiscal de Bérgamo le exija la realización de un test de ADN, basándose en la ley antidoping vigente en Italia.
En tanto, la agencia antidoping del Comité Olímpico Italiano (CONI) lo convocó de nuevo a sus oficinas en la curva sur del Estadio Olímpico de Roma para el 2 de mayo, según aseguró hoy el diario italiano La Gazzetta dello Sport.
Una comparación de muestras de ADN fue lo que demostró que las nueve bolsas almacenadas por Fuentes y atribuidas a Ullrich contenían efectivamente la sangre del ganador del Tour de 1997. Por su parte, Basso se declaró hace poco dispuesto -como casi todos los ciclistas ProTour- a someterse a un test de ADN "en caso necesario".
Ullrich anunció su retiro del ciclismo el 26 de febrero, pero Basso, que al igual que el alemán fue borrado de la lista de participantes del Tour de 2006 justo antes del comienzo por las sospechas de implicación en el escándalo Fuentes, fichó a principios de la actual temporada por el equipo estadounidense Discovery Channel y volvió de nuevo a la competición.
Sin embargo, ahora es dudoso que, como estaba previsto, dispute el domingo la décima prueba de la Copa del Mundo, la Lieja-Bastogne-Lieja. Y su sueño de volver al Tour también se convierte en algo cada vez más improbable.
Las pruebas contra Basso
"Una nueva tormenta rompe sobre Basso desde España", aseguró hoy la Gazzetta, que se hizo eco de las revelaciones del lunes de la publicación española Interviú. El semanario aseguró que a Fuentes se le descubrió un calendario con fechas de extracción y transfusión de sangre de Basso. Además, entre 2004 y 2005 habrían fluido en total 111.000 euros (150.750 dólares) para productos dopantes y "sangre congelada" a través de una cuenta de Zürich.
Basso, según la revista, se sometió también a una revisión sanguínea en noviembre de 2005 en Madrid por parte del Merino Batres. El hematólogo fue identificado por los investigadores españoles, que entre tanto archivaron ya el caso llamado "Operación Puerto", como cómplice de Fuentes en su red de dopaje.
Hasta ahora, Basso, como Ullrich, negó siempre haber estado en Madrid y conocer a Fuentes. Los investigadores españoles aseguraron, sin embargo, que los nombres en clave "Birillo" y "Número 2" utilizados por Fuentes correspondían al italiano de 29 años. La prueba de ADN demostró indudablemente que bajo los seudónimos "Jan", "Número 1" y "Hijo de Rudy" se escondía Ullrich.
La fiscalía de Bérgamo contactó con las autoridades españoles en julio de 2006. Entonces se trataba de un caso de tráfico internacional con sustancias dopantes. A finales de septiembre, inició una investigación contra la hermana de Basso, Elisa, que también estuvo presente en el pasado Tour de France, por traficar en gimnasios de fitness en Italia.
La justicia deportiva italiana, sin embargo, archivó el proceso abierto a Basso porque desde Madrid no llegó ningún material y lo que poseía no bastaba. Sin embargo, los investigadores del Comité Olímpico Italiano (CONI) advirtieron explícitamente a final del año pasado: "Si obtenemos nuevo material, podemos reabrir el caso".
Por su parte, el presidente de la Unión Internacional de Ciclismo (UCI), Pat McQuaid, remitió la semana pasada una carta pública al secretario de Estado para el Deporte español, Jaime Lissavetzky, en la que solicitó a las autoridades españolas que profundicen en la investigación de la "Operación Puerto".
La próxima reunión de la UCI tiene lugar el jueves en Lieja antes de la carrera de la Copa del Mundo. Y antes, en un encuentro con el organizador de la ronda francesa, ASO, los equipos del ProTour quieren posicionarse para formar quizás un frente unitario contra la utilización de los 51 ciclistas bajo sospecha de estar involucrados en el caso Fuentes.