BARCELONA.- El español Tommy Robredo arremetió hoy contra la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), que preside el sudafricano Etienne de Villiers, y pidió un cambio en la cúpula directiva de este organismo, que tiene previsto modificar en profundidad el calendario del circuito a partir de 2009, algo que nos está bien visto por la mayoría de jugadores.
Robredo, que encabeza junto a Rafael Nadal y Carlos Moyá el grupo de tenistas españoles que se oponen a estos cambios, aprovechó la rueda de prensa que dio en el Real Club de Tenis Barcelona tras debutar con victoria en el Godó, para criticar con dureza cómo está haciendo las cosas la ATP.
"La gente que no está intentado dirigir creo que nos es válida. Los que están ahí metidos o no entienden nada de tenis o hacen el egipcio por debajo de la mesa, porque sino no se explica como están llevando todo esto", declaró Robredo, quien acusó a la ATP de favorecer a la organización de los torneos, "que son los que mueven el dinero y los que negocian los derechos de televisión", e ir en contra de los intereses de los jugadores.
Con vistas a 2009, la ATP tiene prevista una serie de modificaciones en el calendario. Una de las principales consecuencias sería la desclasificación de varios torneos en tierra batida, probablemente Montecarlo y Hamburgo, que actualmente tienen categoría de Masters Series, la más prestigiosa después de los 'Grand Slam'.
El organismo que dirige el circuito masculino quiere reducir el número de Masters Series de nueve a ocho, desplazar el de Madrid del otoño a la primavera (con un cambio de superficie, de sintética a tierra batida) y crear otro Masters Series en Shanghai, cuando deje de organizar la Copa Masters.
Las grandes estrellas del circuito, como Nadal o el suizo Roger Federer, se han reunido con la ATP para pedir que respeten el calendario tradicional y que los posibles cambios se hagan siempre con el visto bueno de los jugadores, pero hasta ahora la organización que dirige el circuito ha hecho oídos sordos.
Tommy Robredo habló hoy con la autoridad que le da su recién estrenada condición de número cinco mundial, y lo hizo sin pelos en la lengua. "¿Que si estas reuniones van a servir de algo? Si te digo la verdad, pienso que no nos van a hacer ni p... caso", respondió.
El catalán pidió un "trato justo" para los jugadores y, aunque dijo no ser partidario de ningún plante, "porque las cosas hay que hablarlas siempre y hay que tener respeto a los aficionados que viene a vernos", advirtió que, si los tenistas adoptaran alguna medida de fuerza, las cosas serían diferentes.
"Los jugadores europeos nos podríamos negar, por ejemplo, a ir a jugar a Indian Wells y Miami, que es lo que nos hace daño en el calendario, pues es pasarte un mes en Estados Unidos para disputar sólo dos torneos", señaló.
