Hinzpeter quiere modernizar la administración del tenis y encontrar de una vez por todas el recambio para González y Massú.
Cristián SotoSANTIAGO.- José Hinzpeter (61) dice que hay que sacar al tenis chileno de la "prehistoria" y se apasiona, como cada vez que habla de su actividad favorita. "Si no juego tenis tres veces a la semana, me muero", comenta el abogado que hace un par de semanas volvió a dirigir los destinos de la Federación de Tenis de Chile, tal como lo hizo entre 1986 y 1990.
"Con los años uno mira la actividad de forma diferente, antes era 20 años más joven, era más frontal y tuve mis peleítas", recuerda. "Ahora soy conciliador y si entré en esto es para que todos los que giran en torno a esta actividad puedan aportar".
Cuándo se le pregunta cuál es el legado que pretende dejar, Hinzpeter apunta al futuro.
"Planes ordinarios, como desarrollo de menores, impulso del tenis femenino y esas cosas las tienen todos. Algunos de palabra, otros con buenas intensiones. Pero mi proyecto duro no va por ahí, mi proyecto duro es posicionar a la Federación en el siglo 21. Convertirla en una organización moderna, con una nueva estructura, porque hoy tiene la misma que hace 30 años".
El flamante mandamás del tenis chileno explica que "si logras eso, todo lo demás llega solo. Tenemos que dejar de ser prehistóricos. Tenemos que empezar a funcionar como una empresa moderna, tal como lo hacen las federaciones francesa, española, la misma ITF (Federación Internacional de Tenis por sus siglas en inglés). Esto es con gerencias que manejan, administran y venden un producto, que es el tenis chileno".
"No podemos seguir yendo a las empresas de nuestros amigos a pedir que nos financien un torneo por paleteada. Eso se acabó, no existe más, ya no funciona en ninguna parte del mundo. Los ejes de esta nueva estructura serán el marketing y una unidad técnica para que la enseñanza del tenis vaya en una misma dirección y sea más eficiente", explica.
Hinzpeter sabe que el camino puede ser duro. "Mi tarea ahora es convencer a los presidentes de las federaciones, porque este tema es una idea mía, aún no he hablado con ellos, espero que tenga acogida, porque si en estos dos años logramos modernizar la estructura, el tenis chileno habrá dado un gran paso hacia su desarrollo".
La Copa Davis y el recambio
Como buen fanático del tenis chileno, Hinzpeter ha escuchado miles de veces la palabra recambio. Y como todos, no deja de preocuparse. "Me asustaba antes, cuando estaba en el Tribunal de Honor, ahora que soy presidente me asusta más", admite.
"Creo que hemos perdido tiempo valioso. Por ejemplo, con chicos como (Jorge) Aguilar y (Guillermo) Hormazábal. Ellos tenían las condiciones para haber sido nuestro recambio, pero carecieron del apoyo necesario. No se trata de pasarles un cheque, un entrenador y decirles vayan a viajar. Hay que hacer buenos proyectos, financiarlos y buscar la fórmula para que haya una retribución a esa ayuda", explica Hinzpeter.
El presidente de la Federación de Tenis de Chile se detiene en la última idea. Hay que firmar contratos claros y transparentes con los chicos de 16 años hacia abajo, decirles, muchachos nosotros les financiaremos este proyecto, pero ustedes se comprometen a devolver, a través de Copa Davis por ejemplo".
Hinzpeter reconoce que en la actualidad, la federación recibe escasas ganancias de lo que se genera en Copa Davis, lo que provoca un círculo vicioso. "No hay dinero para invertir en juniors. Pero en los casos de Marcelo Ríos, Nicolás Massú y Fernando González, yo entiendo la relación algo fría que han tenido con la federación. Ellos sienten que se hicieron solos, que no recibieron ayuda, por ende, no tienen nada que retribuir. Eso hay que matizarlo y corregirlo para el futuro. Por ejemplo, ellos podrían aportar con su imagen o haciendo clínicas".
Respecto del futuro lance de Copa Davis ante Israel, Hinzpeter es claro en garantizar que "un irrestricto apoyo al plan que nos presente Hans Gildemeister, en su condición de capitán. El se comprometió a enviarlo en los próximos 30 días. Estaremos atentos a lo que pidan los jugadores para que lo tengan, esa serie hay que ganarla para seguir en el Grupo Mundial, ya que por esta pasada no veremos ganancias. El viaje a Israel dejará un monto menor en caja (siete millones de pesos, aproximadamente)".
Hinzpeter tampoco es ajeno a la sorna que despierta la famosa frase familia del tenis. "Sé que muchas veces hacemos noticia por nuestras divisiones y discrepancias, pero tengo la suerte de llevarme bien con todos los ex jugadores importantes. Tengo excelente relación con Jaime y Álvaro Fillol, con Patricio Cornejo, con Hans Gildemeister, con todos".
"Creo que una de mis principales fortalezas hoy es tener una excelente relación con todos. Mi anhelo es aglutinar todos los conocimientos y la sapiencia que hay en esos nombres, para que todos aporten lo suyo", indicó.
"Con Marcelo Ríos tengo una relación correcta, de respeto a nuestro máximo referente. Pero con su padre me llevo mejor, es un asunto etario, con Jorge (Ríos) tenemos una relación muy cordial. Pronto espero conversar con él, porque quiero que Marcelo aporte, él tiene tanto que entregar. Tiene tiempo, conocimientos y más experiencia que todos. Me gustaría que aportara cerca de la Unidad Técnica", adelantó.