Gastón Sessa con su pierna en alto, tras golpear violentamente al delantero Rodrigo Palacio, de Boca Juniors.
AFP
BUENOS AIRES.- El arquero del argentino Vélez Sarsfield, Gastón Sessa, dijo que no quiere irse del club, tras la violenta patada que le aplicó a un delantero de Boca en un partido por la Copa Libertadores, actitud repudiada por dirigentes e hinchas de El Fortín.
"Se me fue la pierna. Estoy dolido. Mi intención no es irme de Vélez", afirmó Sessa, de 34 años, al diario
El Día, de la ciudad de La Plata, horas antes de la reunión prevista por la comisión directiva del club para decidir el futuro del violento portero.
"Voy a tener una reunión con los directivos y luego resolveré los pasos a seguir. Yo tengo dos años más de contrato", adelantó Sessa al matutino.
Sessa recibió una tarjeta roja por la irracional agresión contra Rodrigo Palacio en el encuentro en que Boca goleó 3-0 a Vélez el miércoles en un partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores de América-2007.
"Quise ir a buscar la pelota con la pierna arriba pero lamentablemente se me fue y lo raspé a Palacio con el tapón de aluminio del botín", explicó el arquero sobre la brutal patada disparada a la cabeza del delantero de Boca, que le provocó un corte en su frente.
El vicepresidente de Vélez, Roberto Jiménez, dijo el jueves que la agresión fue "un acto desafortunado, una jugada innecesaria", y afirmó que la comisión directiva del club se reunirá para decidir que medidas aplicará para castigar al arquero.
En los foros de discusión que tiene
El Fortín en Internet, hichas de Vélez expresaron su bronca, dispararon insultos y pidieron la rescisión del contatro de Sessa.
El ex jugador de Estudiantes de La Plata protagonizó varios episodios de violencia dentro de las canchas en los últimos tiempos.
En un partido contra Belgrano a inicios de abirl insultó y agredió a un pasapelotas e hizo un gesto obsceno dedicado a la parcialidad del equipo cordobés, lo que llevó a la dirigencia velezana a castigarlo con una reducción parcial de su sueldo.
Por ese incidente, la justicia contravencional cordobesa le dictó una pena de diez días de prisión en suspenso.
En otro encuentro por la Copa Libertadores a fines de marzo, Sessa le pegó una cachetada a su compañero Maximiliano Pellegrino en medio de un partido.
En 2002 fue suspendido por diez fechas tras tomar por el cuello al árbitro Sergio Pezzotta en un partido del torneo local contra San Lorenzo.