La solidez de Rafael Nadal mató el sueño de Fernando González en Roma

ROMA.- Inapelable. Así fue el triunfo de Rafael Nadal (2°) ante Fernando González (6°) en la final del Masters Series de Roma. El español derrotó a la principal raqueta chilena en dos sets, con un doble 6-2, en 1 hora 24 minutos de juego, estirando a 77 su racha de triunfos en arcilla.

El segundo mejor jugador del planeta acabó con el sueño del chileno de ganar por primera vez un Masters Series. Fue merecido el triunfo, porque Nadal fue una máquina que pasó por arriba de un González que no pudo meterse nunca en el partido y sólo logró un quiebre en todo el match, mientras el español rompió en cinco oportunidades.

Fue superior Nadal y se notó en el score y a medida que pasaba el partido subía más su nivel, mientras el chileno se enredaba más con sus golpes y la poca efectividad con su servicio que no hizo mucho daño al rey de la tierra batida, que cuando subía a la malla mataba con sus tiros cruzados y profundos.

Por el otro lado González no encontraba su derecha y los errores no forzados se iban sucediendo. No fue un buen partido del nacional y además Nadal le hizo notar que en arcilla es él quien manda.

De un comienzo tomó el control el español. Quebró de entrada, en el primer juego y después en el quinto. Esos dos rompimientos le sirvieron para llevarse el primer set, en 35 minutos.

La segunda manga poco cambió. Otra vez en el primer game perdió su juego González que no reaccionó y en el tercero volvió a perder con su servicio. 

Después de esto vino lo mejor del jugador de La Reina. Logró su único quiebre del partido y luego ratificó con su saque. Parecía que se metía en el pleito y podía complicar. Pero despertó otra vez Nadal y en el séptimo juego se llevó un nuevo rompimiento. Eso le bastó para llevarse el segundo set en 49 minutos y su tercer título consecutivo en el Masters Series de Roma.

El austríaco Thomas Muster y Jaroslav Drobny, un checo que jugó en la década de los 50, son los otros tricampeones del torneo romano, aunque no lo hicieron de manera consecutiva.

Nadal no sólo se llevó el título, sino que también logró batir a una de sus bestias negras en el circuito. Hasta este partido se habían enfrentado en cuatro ocasiones, con tres triunfos para el chileno.