BERLÍN.- Robert Hoyzer, el árbitro alemán centro del escándalo de los partidos arreglados hace dos años en el fútbol alemán, será encarcelado mañana en Hakenfelde.
"Desde mañana, viernes, comenzaré a descontar la pena", dijo el árbitro de 27 años a la prensa alemana. "Como me siento es algo muy privado, ahora no quiero añadir nada más", afirmó.
Hoyzer, quien está escribiendo un libro, debe cumplir en la cárcel berlinesa de Hakenfelde una condena de dos años y cinco meses.
El árbitro, quien nunca más podrá ejercer su oficio, aceptó 31.000 euros, un televisor plasma y otros regalos para manipular algunos partidos de Copa Alemana y de los campeonatos de ascenso.
El escándalo, el más grave de los últimos 30 años en ese país, empañó al fútbol alemán justamente en la vigilia del Mundial desarrollado el año pasado en Alemania.