MADRID.- Con Claudio Bravo en el arco, la Real Sociedad sigue en racha de resultados y, después de estar hace dos meses a doce puntos de la salvación, se coloca, con un sufrido triunfo ante el Celta de Pablo Contreras, a uno del Athletic de Bilbao al que mete presión, mientras deja al Celta gallegos con pie y medio en Segunda División.
Todo estaba preparado en San Sebastián para que el conjunto realista pudiera ganar este partido y seguir soñando, tras el tropezón del Athletic en Zaragoza. La grada llena, fiesta en los aledaños y mucha música en una grada que parecía celebrar anticipadamente lo que estaba por llegar.
Los aficionados parecían esperar que, por inercia, los donostiarras hicieran que imperara la lógica, si se tiene en cuenta la buena racha realista de las últimas semanas y las cuatro derrotas consecutivas del conjunto celtiña, pero en el minuto 15 un remate al larguero del rumano Tamas permitió visualizar lo caro que iba a estar conseguir los puntos.
El conjunto de Hristo Stoichkov impuso su calidad durante todo el primer tiempo y provocó constantes alteraciones cardíacas en la grada cada vez que Canobbio, Baiano o Gustavo López tocaba un balón.
López, que jugaba este partido gracias al polémico indulto del comité de competición a las tarjetas amarillas mostradas la pasada jornada, echó hielo sobre las esperanzas de los guipuzcoanos en el minuto 19, cuando marcó un gol olímpico tras un tiro de esquina forzado por el joven Estrada.
La Real siguió bloqueada tras encajar este tanto y estuvo mucho más cerca el segundo del Celta, que pudo llegar en un remate sin oposición del capitán Contreras, que el empate del equipo de un Miguel Angel Lotina que se desesperaba en el banquillo ante la sensación de impotencia que transmitían sus hombres.
Faltaba un minuto para el descanso y otro nuevo despropósito defensivo del equipo vasco dejó solo al brasileño Baiano que estuvo cerca de haber dejado casi resuelto el encuentro, pero su remate saldría desviado por muy poco.
Las cosas que se dicen en el vestuario solo las saben los jugadores y el entrenador, pero que Lotina repasó algunas cuestiones con su plantilla es incuestionable viendo cómo salió la Real en la segunda mitad para buscar la remontada.
Darko Kovacevic, en el primer minuto de la reanudación, empataba el partido en la primera ocasión de gol que tuvieron a su favor los locales, al sorprender a Esteban en su salida y picar de cabeza un balón que devolvía a los vascos todas las esperanzas que parecían ya perdidas.
Las cosas se pondrían todavía más favorables cuatro minutos después, con una acción de vídeo de Savio que inició una jugada individual preciosa, cedió a Garrido y se desmarcó en busca del un balón que terminaría llegándole y que alojaría en el fondo de la red ante el éxtasis de la tribuna.
En pleno delirio y con el Celta atacando a la desesperada llegó el 3-1, con el que se reivindicaba López Rekarte en una temporada muy dura para él, al marcar un bello gol desde aproximadamente 30 metros aprovechando la salida en falso de Esteban con una gran vaselina.
Tres puntos y los donostiarras que siguen soñando con seguir en la élite.