MADRID.- Por segunda semana consecutiva, el Real Madrid ganó su partido en el último suspiro, esta vez merced a un gol de Roberto Carlos de contragolpe, tras una falta lateral mal sacada por el Recreativo.
El Madrid es líder y Fabio Capello ve de nuevo como su equipo está de dulce en la recta final de sus compromisos. Su equipo anda pletórico en el aspecto físico y sigue dependiendo el Madrid de sí mismo para conquistar el título.
El Real Madrid golpeó de salida, como queriendo dar un puñetazo de autoridad. En su primera llegada, Beckham centró con una prodigiosa rosca desde la derecha y le puso el balón en la cabeza a Robinho, que remataba lejos del alcance de Laquait.
La desventaja tempranera dejó 'tocado' al Recreativo durante unos minutos, en los que los de Capello pudieron sentenciar. Antes del cuarto de hora, el propio Robinho y Gago tuvieron la posibilidad de incrementar las diferencias.
El lateral brasileño condujo un contragolpe en una vertiginosa carrera de sesenta metros pero su disparo se marchó alto por poco; el argentino, poco después, no remató otro maravilloso centro de Beckham. O, mejor dicho, lo remató con la nariz.
En la primera acción de la segunda mitad, la parroquia onubense reclamó penal por una caída de Sinama pero el francés, que se había plantado solo ante Casillas, dejó que Sergio Ramos le rebañase la pelota por detrás con limpieza.
Sí señaló Mejuto el punto fatídico a los siete minutos de la reanudación, tras el derribo de Laquait a Robinho. Van Nistelrooy, con calma, pareció sentenciar al ejecutar el máximo castigo.
El encuentro caminaba hacia su fin sin mayor novedad, puesto que el Recreativo no inquietaba el sesteo madridista pero el nigeriano Uche, que había entrado en el descanso, forzó el empate momentáneo de su equipo.
Primero, con una maniobra felina en el área abortada antirreglamentariamente por Gago. Jesús Vázquez acortaba distancias desde los once metros. Después, al fusilar desde cerca Uche a Casillas a la salida de un córner.
Uche pudo anotar un triplete histórico para el Recre pero el centro de Cazorla en una falta lateral, que buscaba su cabeza, se quedó corto y permitió el contraataque de Higuaín, a quien Merino no quiso frenar en falta.
Beckham barrió la pelota dividida y cedió a Gago, que asistió de manera inverosímil a Roberto Carlos, quien batió por bajo a Laquait y enfiló la proa madridista hacia el título de Liga.