BUENOS AIRES.- El director técnico de River Plate, Daniel Passarella, dijo que dimitirá en diciembre si no consigue títulos, tras una semana en la que se especuló con su renuncia luego de la eliminación en la Copa Libertadores y de quedar sin posibilidades en el torneo del fútbol argentino.
Passarella, que hoy cumple 54 años, tendrá la posibilidad de revertir la sequía de River de dos años y medio sin títulos cuando dispute la Copa Sudamericana y el torneo Apertura doméstico en el segundo semestre del año.
River ganó dos copas Libertadores, la primera en 1986 y la última en 1996. Además, es el club que más campeonatos conquistó en el fútbol local, donde suma 32 títulos.
"Quiero decirle al hincha de River que si por circunstancias adversas, por destino o por responsabilidad personal River no consigue resultados satisfactorios, yo me voy en diciembre", dijo Passarella, leyendo un comunicado en la sala de prensa del club.
Luego de perder el fin de semana sobre la hora ante Estudiantes de La Plata por la decimoquinta jornada del torneo Clausura que lidera San Lorenzo, se sucedieron violentos enfrentamientos dentro del club con hinchas que pidieron la renuncia de Passarella y de los dirigentes.
Dos días antes del partido con Estudiantes, la justicia clausuró el estadio Monumental por dos jornadas por hechos de violencia.
Pero como no hubo tiempo para organizar el encuentro con Estudiantes en otro estadio, la justicia autorizó a River a jugar y ordenó la clausura a partir del lunes pasado.
En la semana Passarella no asistió a los entrenamientos por estar engripado y algunos medios locales especularon con la posibilidad de su alejamiento del cargo a pesar de haber firmado recientemente contrato hasta el 2009.
En caso de ser despedido en el transcurso del año el técnico cobraría, según medios locales, 800.000 dólares de indemnización.
"Quiero responder claramente a muchos comentarios raros que andan por ahí", dijo Passarella haciendo referencia a las notas aparecidas en algunos medios sobre esas cifras.
"Yo nunca vine a River por plata, vine por otro motivo, y es que tengo a River acá adentro", dijo golpeándose el pecho.
En un momento de su discurso, Passarella se emocionó al recordar a su hijo Sebastián, reconocido hincha de River que murió a fines de la década de 1990 en un accidente automovilístico.
"A vos, que sos hincha de corazón tenés que saber algo, yo a mi hijo Sebastián lo enterré con la camiseta de River, entendés el nivel de amor que tengo con el club, entonces por Dios terminemos con esto", dijo mirando sin destino fijo a un hincha imaginario.