ZURICH.- La FIFA retirará la prohibición de disputar partidos oficiales en estadios a más de 2.500 metros de altitud si la Conmebol (Confederación Suramericana de Fútbol) presenta una impugnación en la reunión que tiene prevista para el próximo 15 de junio, algo que se da por seguro tras arreciar las protestas en los países afectados y convertir el problema en un asunto prioritario de sus jefes de Estado, con el boliviano Evo Morales a la cabeza.
Morales envió ayer a su ministro de Presidencia a formalizar una queja en la sede de la FIFA y anunció que construirá un centro de entrenamiento de fútbol a orillas de lago Titicaca, a más de 4.000 metros de altitud.
El origen del problema “puede ser la decisión de Perú de jugar las eliminatorias mundialistas en el estadio de Cuzco, a 3.500 metros de altitud", dijo Arturo Woodman, presidente del Instituto Peruano del Deporte. “Pero eso es injusto porque también se deberían prohibir los partidos por ejemplo en Barranquilla, Colombia, por el calor y la humedad que se concentran allí".
Juvenal Silva, presidente peruano de la comisión Suráfrica 2010, pidió “la unión de los países andinos contra el veto de la FIFA", petición a la que se sumaron los alcaldes de ciudades como La Paz, Quito, Cochabamba, Sucre y Bogotá.
Luis Eduardo Garzón, primer edil de la capital colombiana, subió ayer a pie hasta la cima del Cerro Monserrate, a 3.150 metros de altitud, “para protestar contra la FIFA, que no puede pretender tener más poder que el Consejo de Seguridad de la ONU para vetar ciudades como México, La Paz, Cuzco, Quito o Bogotá. Tengo 53 años y he subido este pico en 41 minutos. No he muerto en el intento y mi jefe de Policía (el alcalde Garzón hizo la ascensión junto al coronel Rodolfo Palomino) tampoco".