Chilenos tras la novena cima del mundo: "No es una aventura desquiciada"

SANTIAGO.- A más de 8.000 metros de altura y con temperaturas que llegan a los 40 grados bajo cero, un grupo de andinistas chilenos liderados por Carlos Bascou se ha embarcado en una complicada conquista: lograr poner una bandera chilena en la cumbre del Nanga Parbat, una de las cimas más difíciles de alcanzar en el mundo.

Son 8.125 metros de complejidad técnica y rigor climático para la novena montaña más alta del mundo, cuyo nombre en lengua urdu se traduce como "Montaña Desnuda". Ahí han perdido la vida 61 escaladores con una tasa de mortalidad del 28,24%, pero los números se moderan ostensiblemente a partir de 1990, desde cuando sólo un 5,5% ha fallecido en su épico intento.

Uno de los integrantes del equipo chileno, Cristián García-Huidobro, que tiene entre sus pergaminos el ser el primer escalador nacional en alcanzar la cumbre del Everest, conversó con Emol a horas de viajar a Pakistán para desmitificar el supuesto carácter "asesino" de su próximo destino.

"Las muertes por accidente del promedio histórico corresponden a antes de la primera ascensión, en los años '50 del siglo pasado", explica García-Huidobro, aludiendo a la cumbre conseguida por el austríaco Hermann Buhl en 1953. El andinista explica que las mejoras tecnológicas en el equipamiento y la búsqueda de rutas más seguras, han aminorado ostensiblemente los riesgos de las expediciones.

"Haciendo bien las cosas tú puedes tener un tránsito seguro. Lo importante es que nosotros no estamos locos. Nos gusta una cosa que es medio aventurera, pero minimizamos los riesgos al máximo y por lo tanto esta es una aventura desafiante, pero no desquiciada", asegura.

García-Huidobro afirma que las crudas cifras les han generado problemas para encontrar auspiciadores y para pactar los seguros de vida respectivos. "Teníamos una cobertura mucho mejor, pero este tipo de noticias efectivamente no está afectando económicamente, si tuviéramos algún siniestro que no quisiéreamos", revela. "Para qué decir cómo otros auspiciadores que estábamos a punto de conseguir, no se van a asociar a una actividad considerada 'asesina'", agrega.

Sin embargo, el primer chileno en tocar el "Techo del Mundo" afirma estar "tranquilo" por los preparativos realizados, además de conseguir finalmente el apoyo de Chiledeportes, lo que -según él- "nos ayuda en una parte importante en nuestra expedición".

La batalla contra el "ochomil"

La expedición chilena planea atacar la cumbre del Nanga Parbat a través de la ruta que en 1962 utilizó el alemán Toni Kinshofer, la que García-Huidobro califica de "muy técnica, muy compleja en términos de escalada, pero muy segura".

"Es una ruta muy escarpada. Transita entre los 40 y los 80 grados de desnivel, lo que prácticamente es lo mismo que vertical. Tiene secciones de la máxima en la degradación de escalada, que es sexto grado, con pasos artificiales, que requiere la colocación de seguros donde la persona tiene que colgarse y no puede superar la dificultad por sus medios", explica.

A estas exigencias técnicas, se suman los rigores climáticos y naturales de la travesía. "Esto es en el Himalaya, no estamos hablando de sexto grado en la playa. Es a una gran altitud, con poco oxígeno, con frío, con zapatos plásticos y guantes mitones, por lo tanto es uno de los mayores desafíos desde el punto de vista técnico que hay en Himalaya", comenta García-Huidobro.

Una de las ventajas de la ruta escogida, es que se trata de una arista, lo que significa una importante disminución de los riesgos. "Por la arista no caen cosas, caen por los costados, por las laderas que van a los lados", explica García-Huidobro, seguro de que volverán de regreso a casa sanos y salvos. Y con una gran aventura que contar.