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Cañas está convencido de que puede ganar Roland Garros

Tras dos lesiones y una suspensión de 15 meses por dopaje, el "nuevo" Guillermo Cañas hizo cosas que nunca antes había hecho para jugar su mejor tenis.

04 de Junio de 2007 | 15:58 | DPA
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France Presse

PARIS.- No será un día cualquiera: el argentino Guillermo Cañas se juega mañana la confirmación de su status, el pase a unas semifinales que jamás alcanzó en un Grand Slam.


La cita es ya entrada la tarde en París, inmediatamente después de la rusa Maria Sharapova. El escenario, la cancha Suzanne Lenglen, el segundo escenario en importancia de Roland Garros. El rival, el ruso Nikolay Davydenko. ¿El premio? Muy probablemente una semifinal con Roger Federer.


"Me siento entre los ocho posibles candidatos a ganar el torneo", dice Cañas cuando se pone su rostro "diplomático". "Quisiera llegar a la definición", admite cuando se escarba un poco más.


En un torneo centrado en el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, Cañas fue sumando razones para ser considerado ese "tercer hombre" que siempre se busca cuando los protagonistas de las finales se repiten.


Davydenko no es un obstáculo sencillo para el argentino, aun cuando lo haya derrotado tres de las cuatro veces que lo enfrentó. Tras unos meses de bajón en su juego, el ruso vuelve a ser ese implacable frontón que devuelve en forma de tiros planos todo intento que le llegue del otro lado de la red.


El ruso tiene hecho su análisis del argentino: "Vi jugar a Cañas, juega como un robot. No cambió mucho de su tenis, pero sigue sin cometer errores".


Cañas dice algo similar, aunque con más elegancia: "Será un partido de muchos puntos muy largos. Habrá que aprovechar los momentos en que no tiene tanta precisión".


Y tratándose de Cañas todo indica que habrá batalla. Las dos veces que llegó a los cuartos de final de Roland Garros batalló hasta el quinto set. En 2002 se "fundió" en el final 6-0 ante el español Albert Costa, luego campeón, y en 2004 cedió 6-4 ante su compatriota Mariano Puerta, que llegaría hasta la final.


Cañas fue capaz este año de batir dos veces en 16 días a Federer, cambiando en parte la historia del tenis masculino en 2007. Juega incluso mejor que antes en superficies rápidas, pero su lugar natural sigue siendo el polvo de ladrillo que lo vio nacer. Sólo en Roland Garros sabe lo que es jugar los cuartos de un Grand Slam. Ahora, en su "cuarta vida" tras dos lesiones y una suspensión de 15 meses por doping positivo, Cañas quiere más.


Hizo lo que no hizo nunca, alojarse en un piso parisino con su familia y amigos, alejarse del hotel oficial. Está convencido de que puede terminar el año clasificado para el Masters de Shanghai, exclusivo reducto para los ocho mejores del mundo, y batir mañana a Davydenko sería fundamental para acercarse a esa meta.


Si lo logra, el rival será Federer, a menos que el español Tommy Robredo dé la sorpresa del certamen y venza a un jugador ante el que perdió sus siete partidos y apenas pudo arrancarle un set. Un escalofrío recorrería sin dudas la humanidad del suizo, porque Cañas es un rival sumamente incómodo. Pero Davydenko también sueña, y tiene argumentos para hacerlo. La verdad se sabrá mañana.

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