ITALIA.- La ciudad de Nápoles ardió esta tarde en fiesta celebrando el ascenso de su equipo a la Primera División italiana de fútbol, dejando atrás varios años de un paso por el "infierno" en las divisiones inferiores motivado por quiebras económicas, pero recuperando hoy el "espíritu Maradona".
Bastó un empate sin goles en el terreno de Génova para que el Nápoles volviese a la Serie A. El ascenso era deseado por la fanaticada. Y para ello muchos de los napolitanos, haciendo buen honor a su fama y realidad, desde días antes no duraron en echar mano a todo tipo de amuletos para evitar un fatal desenlace.
Ya desde ayer mismo la ciudad vio engalanarse con banderas, pancartas y todo tipo de objetos de recuerdo esperando una buena actuación de su equipo, aquellas en las que el argentino Diego Armando Maradona era recordado como un "santo", pues en ese entonces permitió a sus habitantes olvidarse de la triste realidad social en que vivían y recuperar, con los éxitos deportivos, el orgullo de estar en lo más alto.
El partido ante el Génova fue seguido con tensión en la ciudad, batiéndose todo récord de abonos al canal televisivo privado de pago que ofreció en directo las imágenes.
Unas quince mil personas prefirieron darse cita en el exterior del estadio San Paolo, donde fue instalada una pantalla. Durante el partido siguieron los ánimos a su equipo, aunque estaban más pendientes de lo que acontecía en el partido de Piacenza con Triestina (1-1). Y es que la igualada en terreno piacentino daba al Nápoles y al Génova el ascenso con un empate entre ellos.
Una vez finalizado ambos, los aficionados napolitanos rompieron en lágrimas y en cánticos celebrando el ya seguro ascenso a la máxima competencia italiana.
Con esto la Primera división italiana 2007-08 recupera a tres de sus "grandes" e históricos, Juventus Turín, Nápoles y Génova.