BEIJING.- China dice ser muy consciente de que el éxito de los Juegos Olímpicos de 2008 depende de que ninguno de sus atletas sea descubierto en los test antidopaje haciendo trampas, por lo que está poniendo los medios para que eso no suceda.
"Queremos que nuestros atletas disputen un juego justo y limpio. Nuestro objetivo es asegurarnos de que nadie en la delegación olímpica usa sustancias para aumentar el rendimiento,” dijo Zhao Jian, director de la Comisión Antidopaje del Comité Olímpico Chino, citado por Radio Internacional de China.
Tras protagonizar sonados escándalos de dopaje en competiciones internacionales, China ha ido aumentado en los últimos años el número de controles que realiza a sus atletas e imponiendo duras sanciones a quienes se descubrió haciendo trampas.
El año pasado se llevaron a cabo más de 9.000 test antidopaje en el país, de los cuales el 70 por ciento se practicaron fuera de competición y para este año se espera que superen los 10.000.
Según Zhao hay 2.000 atletas que son vigilados más estrechamente; aquellos con buenos resultados o que participan en disciplinas deportivas tradicionalmente más problemáticas, como halterofilia, natación, atletismo, lucha o ciclismo.
Cada día, un equipo de 300 personas recogen orina y sangre de los atletas que entrenan en China y envían las muestras al Centro de Control de Dopaje de China, reconocido por la AMA; y los atletas que no acuden a los test son considerados tramposos.
La Comisión Antidopaje será responsable de los 4.500 test que se practiquen durante los Juegos Olímpicos, un 25 por ciento más de los que se practicaron en los Juegos de Atenas.
Beijing contará para entonces con un centro de control de 5.000 metros cuadrados donde un equipo de más de 150 personas, entre ellos 20 expertos internacionales, practicarán unos 200 test al día.
"Lo que queremos, sobre todo, son unos Juegos limpios el año que viene, donde los atletas de todo el mundo sientan que están compitiendo de manera justa,” concluyó Zhao.