BIRMINGHAM.- La tenista rusa Maria Sharapova regresará la próxima semana a su torneo favorito, el Abierto de Inglaterra en Wimbledon, sintiéndose más fuerte que nunca y confiando en poder repetir su éxito de 2004.
Mientras aún se recupera de una lesión de hombro que la marginó del circuito durante dos meses, la rusa sorprendió a muchos a comienzos de junio al alcanzar las semifinales del Abierto de Francia sobre polvo de ladrillo, la superficie que peor le cae a la número dos del mundo.
"Creo que eso definitivamente me dio mucha confianza de cara a la temporada de césped", comentó la rusa, de 20 años.
"Si mi hombro resiste y se siente como se sintió en las últimas dos semanas, entonces definitivamente estaré confiada", aseguró.
En césped, Sharapova está muy lejos de la imagen de "vaca sobre el hielo" con la que ella misma se describió sobre el polvo de ladrillo de Roland Garros. Su historial en Wimbledon de dos semifinales desde su triunfo respaldan la creencia de que será una de las candidatas en esta edición.
"El césped es la superficie que mejor se adapta a mi juego. Con la potencia y un gran primer servicio creo que puedo tener un buen comienzo", señaló.
Desde su triunfo en Wimbledon, a los 17 años, Sharapova ha trabajado en el aspecto físico de su juego y cambió la imagen de "niña demasiado delgada" a su actual semblante de jugadora poderosa.
"Eso es algo en lo que he trabajado en los últimos años y creo que lo estoy logrando. Año tras año me siento más fuerte, así que definitivamente estoy progresando", comentó Sharapova, quien el año pasado se consagró ganadora del Abierto de Estados Unidos.