HOLANDA.- El solvente servicio del croata Ivan Ljubicic terminó con el sueño del holandés Peter Wesssels (7-6 (5), 4-6 y 7-6 (4)), un tenista sin repercusión en el circuito que estuvo a punto de adjudicarse el torneo de Hertogenbosch, que finalmente supuso el segundo de la temporada para el balcánico y el octavo de su carrera.
Ljubicic logró el triunfo sin romper el servicio de su adversario en todo el partido, que se prolongó durante hora y media. Sin embargo, los veintiún saques directos con los que terminó el enfrentamiento le aseguraron a la victoria. Un triunfo esperanzador de cara a Wimbledon para la decimotercera raqueta del planeta, que salió airoso de su cuarta final en el 2007 que supone su segundo éxito tras el obtenido en Doha.
Wessels, sin embargo, fue el único que se apuntó un break en el partido. Aprovechó una de las dos ocasiones que dispuso para romper el saque del croata y apuntarse el segundo set, que igualó el partido.
Por su parte, Ljubicic no pudo aprovechar ninguna de las cinco oportunidades que dispuso para romper el servicio del holandés, siempre apoyado por la afición de Hertogenbosch.
El mejor momento de Wessels pasó hace tiempo. Ahora se ubica en el puesto 488 de la clasificación mundial y llegó a la final de Hertogenbosch desde la fase previa y tras pasar por encima de jugadores como el argentino Carlos Berlocq, el español Tommy Robredo, primer favorito o el francés Anthony Dupois.
El holandés, en la barrera de los treinta años, no pudo revivir su época dorada como tenista, cuando ganó el único torneo ATP, en Newport en el 2000. Hace dos años estuvo entre los cien mejores del mundo (72°) pero después se dedicó a disputar torneos menores y a caer en las rondas previas de los torneos profesionales.