BERLIN.- El ciclista alemán Jörg Jaksche, ex corredor del T-Mobile y actualmente con contrato con la formación italo-rusa Tinkoff, reconoció su implicación en la "Operación Puerto" y haberse dopado durante años, en declaraciones al semanario Der Spiegel.
Jaksche, vencedor de la París-Niza en 2004 y 2° de la Tirreno-Adriático en 2006, aseguró que el sobrenombre de "Bella" que aparece en la investigación del caso corresponde a él.
"Bella, soy yo. Mi sangre se ha encontrado en tres bolsas (de la consulta del doctor Eufemiano Fuentes), yo soy el "número 20" del que se habla en los documentos del caso. Fui cliente del doctor Fuentes en 2005 y 2006, en Madrid", declaró el ciclista en la entrevista, que aparecerá el lunes.
El abogado de Jaksche, Michael Lehner, había asegurado el viernes que su defendido estaba listo para presentarse como testigo principal ante la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la justicia ordinaria.
"Fuentes era un maestro del disimulo. Ninguno de sus clientes conocía a los demás, incluso dentro de nuestro equipo no se sabía con certeza si los compañeros iban a visitarle", añadió en la entrevista.
Más de cincuenta ciclista, entre ellos el ya retirado Jan Ullrich, son sospechosos de haber formado parte de la red de dopaje sanguíneo del doctor Fuentes, pero Jaksche es el primero en asegurar que está dispuesto a revelar informaciones importantes para esclarecer el caso.
La confesión del deportista alemán no termina ahí, ya que también reconoce que se ha dopado durante años, desde la primera vez que recurrió a la EPO en 1997, cuando militaba en el equipo italiano Polti.
En su etapa en el Telekom, de 1998 a 2000, su consumo de sustancias prohibidas continuó, con el conocimiento y visto bueno, asegura, de la dirección del equipo, al considerar que era una práctica generalizada dentro del ciclismo profesional.
Respecto a su paso por el equipo español Once, de 2001 a 2003, reconoce que estaba totalmente en manos de los médicos, como el resto de corredores, y que no puede asegurar qué procedimientos seguían para mejorar su rendimiento.
Finalmente, su dopaje continuó en el CSC, con la aprobación del danés Bjarne Riis, que dirigía el equipo y que recientemente reconoció haber tomado sustancias no autorizadas en su etapa como ciclista profesional, en la que se proclamó campeón del Tour de Francia.