Durante el último tiempo el dopaje ha sido un problema en el ciclismo mundial.
Associated Press
FRANCIA.- El director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, se felicita de que en el ciclismo se haya roto la ley del silencio sobre el dopaje, algo que se sigue negando en otros deportes, y subraya que el recurso a dopantes perjudica la audiencia porque limita la incertidumbre y el imprevisto.
"El mito del ciclismo se construye con gente capaz de sufrir más que nadie. Con un tipo que, después de 200 kilómetros y cinco puertos llega menos cansado que yo cuando subo dos pisos estamos lejos del mito", explica Prudhomme en declaraciones publicadas hoy por "Le Figaro" donde insiste en que "el dopaje es el enemigo del ciclismo".
Se trata de un deporte en el que no hay que batir récords, y en el que "lo que cuenta es el dolor, la facultad de superarse", no la velocidad a la que se sube un puerto, señala a unos días de que la ronda francesa se inicie el próximo fin de semana en Londres.
"Es necesario el imprevisto", subraya este antiguo periodista deportivo y se lamenta de que desde 1991 en la primera semana del Tour no haya habido ninguna gran escapada, lo que a su juicio demuestra que "hay una profunda erosión de la bicicleta" y frente a eso hace falta "recuperar el suspenso".
El director del Tour justifica que la prueba siga adelante pese a todos los escándalos que arrastra de las últimas ediciones, ya que suspenderla como algunos piden no resolvería nada.
El facultativo asegura, además, estar contento de que se haya logrado romper la ley del silencio sobre el dopaje, y niega la imagen de un deporte "podrido", ya que al contrario "la evolución en contra de las apariencias es formidablemente favorable porque todo se hace a cara descubierta".
Sobre este problema el director de la competencia francesa aseveró que "evidentemente el dopaje es el problema del ciclismo, pero sobre todo del deporte en general". Frente a esto recuerda que mientras el ciclismo lucha de forma abierta contra el dopaje, el presidente de la FIFA, Sepp Blatter, dijo durante el Mundial de fútbol del pasado año que no quería controles sanguíneos, y casi no se habló de ese asunto".