PUERTO LA CRUZ.- A Robinho le encanta jugar a Play Station, incluirse en la formación titular del Real Madrid y ensayar en la pantalla las clásicas bicicletas que inventa en los campos de juego, pero en la Copa América de Venezuela no puede hacerlo.
En una decisión que no pasó desapercibida para Robinho y sus compañeros, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) no trajo a Venezuela ninguna consola con las que los futbolistas del "scracht" solían distraerse.
La medida es sorpresiva si se tiene en cuenta que, en el Mundial de Alemania 2006, los juegos electrónicos eran una de las debilidades de los brasileños, que se pasaban varias horas frente a la pantalla.
"Los jugadores no tiene prohibido jugar a la Play Station, pero es cierto que la CBF no acercó a Venezuela ninguna consola", confirmó el vocero del organismo, Rodrigo Paiva.
A cambio, la CBF les permite a sus jugadores tener conexión a Internet en las habitaciones y, además, les facilitó varias películas en formato DVD. Una de las más elogiadas fue "Diamante de sangre", el filme protagonizado por Leonardo Di Caprio que recrea el tráfico de diamantes en Sierra Leona.
"Me habría gustado que hubiera Play Station, claro. Un poco hace falta", reconoció el mediocampista Julio Baptista.
"No tenemos videojuegos, pero al menos estamos en contacto con nuestros familiares vía Internet", se consoló el defensor Kleber.
De todas maneras, los futbolistas no quieren entrar en polémicas con la CBF y evitan hablar sobre el tema. "Aprovechamos para ver muchas películas", aclaró Fernando, mediocampista del Burdeos de Francia.
Luego del fracaso del Mundial pasado, en el que Brasil quedó eliminado en cuartos de final, la CBF decidió no repetir los errores que se habían cometido en la preparación a Alemania 2006.
Justamente, la designación como técnico de Dunga, considerado un hombre serio, férreo y de mano firme, apuntó a evitar que los futbolistas volvieran a sentirse demasiado relajados antes de una gran competencia.
Ronaldinho y compañía fueron acusados de no haberse preparado para la última Copa del Mundo con toda la disciplina que requería el campeonato.
En Alemania 2006, durante el campeonato interno de Play Station que los brasileños organizaron en su concentración, Robinho le ganó la final del Winning Eleven al mediocampista Emerson, ahora también compañero suyo en el Real Madrid.
Doce meses después, en Venezuela, Robinho ya no puede designarse titular en el Real Madrid ni ratificar su título de rey brasileño de la Play Station. La CBF sólo le deja tirar bicicletas dentro del campo de juego.