Mauricio Isla: los sueños del líbero de la Sub 20

EDMONTON, Canadá.- El buinense Mauricio Isla asume que su futuro en el fútbol está lejos de Chile. "Tengo algunas cosas en España. Benfica me espera desde los 17 años, el Galaxy de Beckham preguntó por mí. Se habló de Valencia y Atlético de Madrid. Yo le digo al Leo Rodríguez (su representante) que ojalá me pueda ir después de ganar la final".

Isla (18) nunca ha jugado en un equipo profesional, pero se ha convertido en el referente de la arrolladora selección Sub 20 que disputa el Mundial de Canadá. El hombre de Buin integra las cadetes de Universidad Católica, pero hasta ahora no ha podido debutar en el primer equipo. Y eso que es, quizás, el líbero de mayor proyección en el fútbol chileno.

-¿Y a quién te vas a llevar de Chile?

"Me voy a llevar a mi abuela a Europa, ojalá a mi mamá y mis hermanos. Siempre estuve más cerca de mi abuelita, María. Mi mamá se fue a vivir con su pareja, yo no quise ir, pero ella vive a diez minutos de mi casa. Traté de vivir un año con ella, pero echaba de menos a mi abuela, además que vive sola, soy regalón suyo, me cocina y todo, cazuela siempre. Ella es enferma de la rodillas y los brazos, y siempre me hace la cama, me hace todo. Pero yo también la puedo hacer, y la reto".

-Ella te acompañó siempre.

"Incluso cuando iba a la Católica a entrenar. Yo soy de Buin, salía para San Carlos de Apoquindo después de clases y ella me acompañaba, hasta los quince años. Llegaba a las 12 y media de la noche, ahí estudiaba algo, dormía y me levantaba a las siete. Mi abuelita me llevaba un pan y una bebida para que nos comiéramos en el Metro".

-¿En el colegio cómo te iba?

"Bien. De hecho, una inspectora que ahora falleció, la tía Quenita, siempre me decía que entrenara. Incluso me pasó plata para que fuera. Ella y el profe de Matemáticas, Enrique Carrasco. No sé, creo que debería ir al cementerio a ver a la tía Quenita. Cuando vuelva le voy a ir a dejar la medalla".

-¿Y tu papá no te apoyaba?

"A él lo veía de pasada, pero lo conocí bien hace dos años recién. Yo lo molesto porque tiene nueve hijos aparte, le digo que como es tan lacho (ríe), pero ahora vive con una señora con tres hijos y yo los voy a ver. Los quiero harto. En su momento él no se acercó y la gente decía ahora que él lo hacía porque yo tenía plata, porque iba a se futbolista. Pero él no es así, él tiene una casa inmensa, le regala plata a sus nueve hijos. Se llama Sergio Correa y me encanta que esté conmigo. Mi mamá no quiso que yo llevara su apellido".