BARQUISIMETO.- La selección de fútbol de Argentina clasificó hoy a semifinales de la Copa América de Venezuela tras golear por 4-0 a Perú, con la misma solidez que mostraron las otras tres selecciones que siguen en carrera, Uruguay, Brasil y México.
Es precisamente el conjunto dirigido por Hugo Sánchez el que espera a Argentina en semifinales, por lo que ya se habla de la final anticipada al ser ambos los mejores elencos del torneo.
Argentina tuvo en Juan Román Riquelme y Lionel Messi a sus principales figuras en su duelo ante Perú, que sólo se definió en los segundos 45 minutos.
El volante de Villarreal - a préstamo en Boca Juniors- fue quien abrió la cuenta a los 47 minutos. Aumentó Messi a los 61 y puso el tercero Javier Mascherano a los 75. La goleada la cerró el propio Riquelme a cuatro minutos del final.
En un partido que parecía una pastilla para el imsomnio, Messi fue quien le puso más pimienta, con un par de entradas a la carrera, amagando y eludiendo defensores como si estuvieran atornillados en el suelo, pero sin la puntería para acertarle al arco.
Argentina se movía con un cadencioso y lento ritmo. Por Riquelme pasaba cada pelota desde la zona de gestación, como una aduana obligada por la que se debía atravesar, pero el volante estaba en una noche sin inspiración y tampoco se le prendía la lamparita a Juan Verón.
Cuando Perú recuperaba la pelota, y esto era frecuente, Juan Carlos Mariño capturaba el balón sin encontrar el acompañamiento de un desconocido Claudio Pizarro, quien cometía un error tras otro en los pases.
Riquelme cambió todo en el segundo lapso. Apenas comenzó, un zurdazo esquinado, junto al poste le cambió el rostro al partido. El ingreso de Carlos Tévez por Diego Milito le imprimió otra dinámica a la vanguardia argentina, a tal punto que instantes después del gol metió un cabezazo en palomita en el travesaño.
Messi por fin encontró el callejón para filtrarse y mandar el balón a la red. No se amilanaron los peruanos y con generosidad mantuvieron el adelantamiento en el terreno, exponiéndose a los contragolpes, los que terminaron de definir el partido con tantos de Mascherano y uno más de Riquelme.