SANTIAGO.- Los jugadores Jorge Vargas, Pablo Contreras, Rodrigo Tello y Alvaro Ormeño, castigados junto con Jorge Valdivia y Reinaldo Navia con 20 partidos de suspensión en la selección chilena, anunciaron hoy que apelarán las penas.
"Consideramos que la medida es injusta y desproporcionada, porque está demostrado que, en lo que respecta a mis defendidos, no hubo acoso sexual ni participación en los disturbios en uno de los comedores. Sólo cayeron en tonteras", dijo hoy Gonzalo Cisternas, abogado de Vargas, Contreras y Tello.
"Analizaremos la reglamentación de la FIFA, la ANFP (asociación chilena) y la opción de presentar un recurso judicial para limpiar la imagen de los afectados", detalló Cisternas.
Ormeño, según trascendió hoy, dijo a su vez a sus familiares que "no tuvo nada que ver en el escándalo" que afectó a la selección chilena durante la Copa América de Venezuela y que analiza tomar acciones judiciales.
A su vez, el club español Celta de Vigo, donde juega Contreras, escuchará primero al jugador para evaluar acciones, según anunció el director general del club, Javier Martínez.
El Besiktas, de Turquía, se comunicó con Tello, mientras que el brasileño Palmeiras, donde juega Valdivia, expresó su preocupación por el hecho, según dijo a la prensa chilena el dirigente de ese club, Geraldo Masino.
Navia juega en el Atlas, de México, y Ormeño en Gimnasia y Esgrima La Plata, Argentina.
La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) chilena los suspendió al acusarlos de provocar disturbios bajo evidente estado de ebriedad y acosar sexualmente a personal del hotel Mara Inn de Puerto Ordaz, en Venezuela.
La sanción de veinte fechas los deja prácticamente afuera de las eliminatorias del Mundial 2010.
La ANFP retiró además a los jugadores el premio de 10 mil dólares por pasar a la segunda fase de la Copa América y decidió que -mientras el actual directorio esté en el cargo- ninguno de los seis podrá lucir las jinetas de capitán.
Carlos Soto, presidente del Sindicato de Futbolistas de Chile (Sifup), consideró la actitud de los jugadores como un acto "indefendible" que "mancha" al fútbol chileno.
"El Sifup apela al profesionalismo y mejoramiento de la condición social de todos los jugadores. Y en este caso, debieron decir 'nos equivocamos' en vez de echarle la culpa a los demás", afirmó el dirigente.
Agregó que el acto es "una mancha para todos los que estamos en esta actividad; por seis, se ven afectados 700 profesionales del fútbol".