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Vladimir Bigorra, El Mercurio
SANTIAGO.- No fue bueno el regreso de Nicolás Massú (53°) tras la suspensión de ayer, cuando jugaba ante el holandés Thiemo de Bakker (397°) en el ATP de Amersfoort (Países Bajos, 353 mil euros, arcilla). El chileno estaba 5-4 arriba cuando el partido debió suspenderse por falta de luz.
Hoy volvieron a la cancha y el viñamarino sucumbió ante un joven jugador de 18 años que aún está lejos de alcanzar un nivel que lo meta entre los mejores del mundo, aunque es una promisoria figura del circuito; cuenta que fue número 1 del mundo en juveniles el año pasado, después de ganar Wimbledon.
El nacional no pudo quedarse con el partido y defender los 120 puntos que había ganado en 2006 por llegar a la final en este mismo torneo y la próxima semana aparecerá más allá del puesto 60 en el ranking.
En 2 horas 24 minutos la segunda raqueta de Chile entregó el partido en dos tie breaks seguidos, por 7-6 y 7-6.
Fue un partido parejo, hasta ayer, antes del receso, Massú se veía bien en la cancha, incluso mejor que su rival, pero hoy siguieron el match y se fueron al tie break donde el europeo mostró más solidez con su servicio, mientras el chileno se complicaba con su saque; 8-7 fue esa primera definición en favor del local.
No cambió mucho el segundo set, aunque al 53 del mundo le costaba más mantener su servicio. Estuvo a punto de entregar el encuentro en el décimo juego, cuando estuvo 30-40 abajo y logró salvar el primer match point en contra.
Otra vez al tie break y nuevamente fue superior el 397 del orbe. 7-5 en la definición y el paso a la segunda ronda, donde se encontrará con el ruso Nikolay Davydenko (5°).
Es primera vez que Massú se va tan rápido de este torneo. Había jugado cinco veces y nunca se despidió antes de cuartos de final, hasta hoy.
