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La brutal agresión a la Sub 20 minuto a minuto

Pasadas algunas horas de la agresión de la policía canadiense a la selección chilena, testimonios de las víctimas permiten reconstruir lo que pasó anoche en Toronto.

20 de Julio de 2007 | 13:13 | El Mercurio Online, especial desde Toronto

TORONTO.- Una vez que el árbitro alemán Wolfang Stark pitó el final del partido entre Chile y Argentina, nadie imaginaba que la eliminación en semifinales de la carrera por la Copa del Mundo de Canadá sería lo menos grave de esa triste noche en en el estadio Nacional de Toronto.


Más tarde vendría el descontrol de los guardias de seguridad contratados por la organización del evento, la brutal golpiza de la policía canadiense y el estupor con que jugadores, cuerpo técnico, médico y dirigentes de la delegación chilena, fueron a la vez víctimas y testigos del abuso policíaco.


Esta es la cronología de los hechos:


21.50 Final del partido. Tras contener a los más exaltados que reclaman airadamente contra el árbitro alemán Wolfang Stark, los jugadores pasan a la zona de camarines y marchan rumbo a las duchas, salvo dos o tres que atienden escuetamente a la prensa chilena.


22.10 Los jugadores caminan los 50 metros del pasillo con forma de L y que separa el vestuario de la Roja con la zona mixta. Sobre el final de esta área, sólo algunos atienden a la prensa chilena, los ánimos están malos, en algunos casos calientes, por el arbitraje que ha dejado dos expulsados y que seguramente traerá castigos para los que reclamaron al final del partido.


22.15 Uno a uno los jugadores caminan los 40 metros que los separan del bus de la selección, que espera con las puertas abiertas, flanqueados por dos buses que trasladan a los funcionarios de Fifa.


22.20 Algunos jugadores no suben al bus, y optan por caminar diez pasos más, hasta la reja de 20 metros de alto que separa la zona exclusiva de los futbolistas con el área donde transitan los hinchas, pero al interior del estadio.


22.25 Se inician los roces. Mientras la policía trata de retirar a los jugadores chilenos (porque tienen orden de evitar el contacto de hinchas con futbolistas), los jugadores explican que sólo pretenden saludar al público chileno. Las cosas se salen de control, y la policía emplea la fuerza contra Isaías Peralta, Cristián Sepúlveda y Jaime Grondona.


22.28 Se desata la batalla campal. La policía reprime con brutal violencia al volante de Unión Española Isaías Peralta, lo reducen con descargas eléctricas y lo golpean sucesivamente mientras yace en el piso. Los jugadores que estaban en el bus descienden rápidamente para rescatar a su compañero. 


22.30 Una vez abajo, jugadores y dirigentes son violentamente golpeados por los policías. Uno de los gerentes de la ANFP, Andrés Espinoza, enseña su credencial y grita "He's a player" (él es jugador), para intentar que los golpes contra Peralta cesen. Los policías lo reducen, y también lo golpean con pies y puños.


El testimonio de Isaías Peralta remarca que la agresión que sufrió fue seguida presencialmente por funcionarios FIFA que no atinaron a nada.


22.32 Aparece en escena el presidente de la ANFP, Harold Mayne-Nicholls, quien solicita a nombre de FIFA que dejen de golpear a los jugadores. El zaguero Cristián Suárez que se iba detenido es rescatado por el timonel de la ANFP, quien lo manda al camarín de Chile, donde se refugian Sulantay, Nicolás Larrondo (que venía del doping), además de los resagados Medina, Martínez y Currimilla.


Suárez describe los hechos de esta forma: "Yo estaba dando notas cuando pasó todo, traté de sacar al Isa (Isaías Peralta) de ahí, cuando me detuvo un gigantón, era uno solo, pero no podías hacer nada, tenías que entregarte no más. El Isa estaba muy mal, tenía convulsiones y yo paré para acompañarlo".


22.35 Todos los jugadores chilenos que están en la zona del bus son reducidos y forzados a abordar la máquina. Peralta sigue tendido en el piso. Los futbolistas abren las ventanas y comienzan a tirar los vasos de plástico hacia afuera. Un policía arroja lo que los jugadores describen como una bomba lacrimógena, mientras los futbolistas en total caos y tras varios minutos expuestos a los gases rompen los vidrios para poder respirar, se descuelgan por las ventas hacia el exterior.


22.40 Una vez bajo el bus, Harold Mayne-Nicholls trata de llevar a los jugadores al camarín. El jugador Mauricio Isla, quien lleva dos pilas del walk man en su mano derecha es interceptado por la policía y tomado violentamente del cuello, lo que desata un nuevo episodio de violencia. Los agentes vuelven a golpearlos, reducirlos y ahora a esposarlos. En total son 13 jugadores de la selección sub 20 los que quedan detenidos en una sala del estadio.


El gerente de la ANFP, Andrés Espinoza aporta antecedentes. "Hay un momento en que Isaías (Peralta) recobra el conocimiento y se saca una especie de clavo de la espalda, traté guardarlo, pero un policía me lo quitó violentamente y lo tiró lejos. Suponemos que era de la descarga eléctrica".


22.40 En el camarín de Chile aguardan el técnico Sulantay, además de los jugadores Larrondo, Medina, Martínez y Currimilla. A ellos se les unen los más afectados en la batahola desatada por los policías: Isaías Peralta, Jaime Grondona, César Suárez, en una tensa espera. Los otros 13 quedan detenidos y encerrados en la mencionada sala al interior del estadio.


22.45 En las camillas habilitadas en el camarín, el médico de la delegación Luis Salazar y el paramédico Luis Álvarez atienden a los heridos. Deben atender también al kinesiólogo Patricio Román, quien durante 30 minutos no puede abrir los ojos producto del ataque policial con gas pimienta.


22.50 En las dos dependencias del estadio donde la delegación chilena se encuentra detenida y aislada, los testimonios coinciden en denunciar la actitud provocativa de los policías que montan guardia. "Se reían entre ellos, se burlaban de nosotros y nos miraban desafiantes, como esperando que reaccionáramos para pegarnos más. A una mujer policía que rocío a todos los que pudo con gas pimienta nos provocaba, alguien le dijo me aprendí tu placa, ella respondió dándole el número, era el 7769", cuenta el paramédico Álvarez.


23.00 Un funcionario FIFA aún no identificado irrumpe en el camarín y en la sala de detención. A ambos grupos les dice que quedarán en libertad sin ningún tipo de cargos, pero que "esto queda aquí". Sólo resta esperar que la policía evacue a la delegación chilena, cosa que se produce en carros de la organización, poco antes de las 01.00 horas.

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