Una postal. Fueron más las celebraciones en Canadá.
AFP
SANTIAGO.- Todo partió el 1 de julio. Chile debutaba en el Mundial Sub 20 y nada más que ante el anfitrión: Canadá. Nada de fácil para comenzar un torneo. Suma además que era el día oficial del país.
Pero 24 minutos se demoró la "Roja" Sub 20 en matar todos los miedos. Nicolás Medina aprovechó un error en la zaga canadiense y los primeros abrazos en el torneo que terminaron hoy en Toronto y que tuvieron sólo una mancha. En semifinales ante Argentina.
Tras ese tanto que abrió la ruta, Carlos Carmona a los 54' aseguraba el primer triunfo. Pero había más, Jaime Grondona entró en el segundo tiempo para cerrar la victoria 3-0 a los 81'. Primeros tres puntos y con goleada.
"Estamos alegres, pero mesurados para que no ocurra lo de Holanda", decía José Sulantay tras el encuentro, en alusión a lo que había pasado en 2005 cuando partieron goleando a un gran nivel, pero después lograron una agónica clasificación y se despidieron en segunda ronda.
Otro "cuco" aparecía en el camino. El campeón de Africa: Congo. Pero no pasó más allá del susto, porque Chile volvió a encajar un 3-0, con lo que se clasificó para la segunda ronda con los resultados de las otras llaves. Los goles ese día fueron de Alexis Sánchez, Nicolás Medina y Arturo Vidal.
Con la clasificación en el bolsillo, la escuadra de Sulantay jugó su tercer partido ante Austria para asegurar el primer puesto del grupo. No hubo goles en ese pleito y ahí apareció una figura que no hacía mucho ruido: el portero Cristopher Toselli, quien tapó todo lo que fue a su arco ese día. Chile clasificó a octavos invicto, con siete puntos y sin recibir goles en su pórtico.
Portugal fue el rival en segunda ronda. Arturo Vidal marcó el único gol del partido y comenzó a crecer la ilusión. Aún no les anotaban y seguían a paso gigante.
Los leones africanos: Nigeria apareció en la ronda de los ocho mejores. Un duro rival como lo calificaría José Sulantay que dispuso un esquema muy inteligente, cediéndoles le pelota, esperando, dejando que se cansaran y que pasaran los minutos. Y pasaron. Pitazo final tras los 90 minutos reglamentarios, sin goles en los arcos y al alargue. Ahí Chile fue ampliamente superior. Con tantos de Jaime Grondona, Mauricio Isla (2) y Mathias Vidangossy, derrotaron 4-0 a los africanos.
Ya estaban en semifinales, pero siempre querían más. "Vamos a entrar a la historia cuando tengamos la copa". Esas fueron las certeras y amenazantes palabras de la figura de ese día, Mauricio Isla.
Pero llegó el día. La semifinal contra Argentina, más bien la final anticipada. Y pasó de todo. A los 11' Di María puso arriba a los trasandinos. Tres minutos más tarde Chile se quedó con 10, después de la tonta expulsión de Gary Medel.
Con un jugador menos, Chile se acercó, pero no pudo igualar. Los albicelestes aprovecharon los regalos y con tantos de Moralez y Yacob cerraron un 3-0 final. Antes Chile se quedaba con nueve. Se fue de la cancha también Dagoberto Currimilla.
Un balde con hielo para la "Roja", aunque lo peor vendría después del partido y la golpiza que dieron los policías canadienses a los jugadores nacionales. Lo demás ya se sabe y no hay para qué repetirlo...
Con una lista de jugadores lesionados, más los expulsados, Sulantay llegó al último partido, sólo con 14 hombres para alinear el equipo titular. Hicieron un buen partido, ganaron 1-0 a Austria, con tanto de Martínez y se quedaron con el tercer lugar. No era el objetivo que se plantearon a partir de ese 1 de julio, pero un justo premio de consuelo para uno de los mejores equipos del torneo.
