RÍO DE JANEIRO.- Aunque en la la delegación chilena todos lo desmienten, el alcalde de Río de Janeiro, Cesar Maia, decidió cortar de raíz las juergas cerveceras que celebraban los atletas de los Panamericanos en una gasolinera cercana a la Villa en la que residen basado en un supuesto incidente que habrían protagonizado deportistas chilenos y cubanos.
Por lo menos así lo aseguró en su edición de este martes el diario "O Globo", que cita en su texto que "cubanos y chilenos estuvieron a punto de llegar a las manos el pasado viernes".
Los deportistas se empujaron y sólo la intervención de la policía impidió que la disputa llegara a mayores, añadió la publicación.
"La bebida ya no será vendida en la gasolinera, ni siquiera para quien quiera consumirla fuera del establecimiento", dijo Maia, que había recibido una queja del responsable de la Villa, Paulo Laranjeira, sobre el abuso de alcohol.
Las bebidas alcohólicas son comercializadas libremente en la Villa. El lunes, llegó un nuevo cargamento de cervezas, con 1.600 unidades.
Según "O Globo", el equipo de balonmano de Uruguay se despidió, después de perder el duelo por el bronce con Cuba, con una gran "cervezada", en la que consumieron decenas de latas.
Un decreto municipal de 1999 prohíbe la venta de bebidas alcohólicas en gasolineras.