Se nota complicado el danés.
AFP
COPENHAGUE.- El ciclista danés Michael Rasmussen no se ve "acabado" como profesional a pesar de que su equipo Rabobank le ha expulsado del Tour de Francia, por ser sospechoso de doping, lo que le hace sentir que le han "robado" su triunfo en París.
"Han pasado apenas 24 horas desde que fui expulsado del Tour y estoy muy, muy hundido. Todavía no puedo entender lo que sucedió. Pero he tenido tiempo para pensar un poco y puedo garantizar que no estoy acabado como ciclista", dijo Rasmussen en una entrevista que publica hoy el diario danés "Politiken".
Rasmussen, de 33 años, fue expulsado del Tour la noche del miércoles tras ganar su segunda etapa y ser el líder. Rabobank adujo que mintió sobre su paradero antes del Tour, algo que podría tener como objetivo no pasar controles antidoping mientras entrenaba. El danés se saltó cuatro tests entre 2006 y 2007.
Rasmussen dijo que estaba muy seguro de poder ganar en París tras triunfar el miércoles en el Col d'Aubisque, pero ahora siente que le han "robado" la victoria.
"No es un secreto que estoy enfadado con el mánager del Rabobank, Theo de Rooij. Fue una decisión que tomó él solo", agregó el ciclista, que señaló que su abogado está trabajando en el asunto.
Rasmussen añadió que no se siente "obligado a discutir públicamente su paradero" en junio y declinó contestar a la pregunta de si su pasaporte tenía los sellos que probaran que estuvo entrenando en México, tal como dice, y no en Italia, como aseguran otros.
El danés mantiene que estuvo en México, pero el ex ciclista italiano Davide Cassani aseguró que le había visto en Italia.
La Federación Danesa de ciclismo lo suspendió la pasada semana por saltarse dos controles y no podrá participar con el maillot de su país en el Mundial de Stuttgart en septiembre ni en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
