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Santiago: Martes 03 de diciembre del 2024 | Actualizado 16:20
TORONTO.- La investigación que condujo la policía canadiense para aclarar el bochorno ocurrido tras la derrota de Chile ante Argentina tuvo un resultado lapidario para los jugadores chilenos, y les endosó toda la responsabilidad por lo ocurrido.
En una declaración dada a conocer esta tarde por el jefe policial William Blair, se sostiene que los chilenos actuaron con gran violencia y que todos los testigos independientes consultados durante la indagatoria coincidieron en que la policía actuó de manera correcta.
"La investigación reveló que mis funcionarios intervinieron al primer signo de problemas, pero que los jugadores del equipo de Chile no sólo rehusaron detener su conducta agresiva, sino que se dedicaron a inflamar la situación", sostuvo Blair.
Y luego expuso los daños que, según su versión, sufrieron los policías canadienses de parte de los jugadores chilenos: "Mis funcionarios fueron agredidos con golpes de puño, pateados, escupidos y pateados en los testículos".
El resultado entregado por la investigación de la policía canadiense contradice abiertamente lo expresado por los jugadores chilenos, quienes afirman que fueron víctimas de una agresión y que los uniformados actuaron con violencia excesiva.
Blair explicó que la investigación incluyó todo el material de video disponible y que las conclusiones provienen de un importante número de testigos independientes.
Entre ellos citaron a oficiales de seguridad del evento, funcionarios de la Asociación de Fútbol de Ontario y el chofer del bus chileno.
A pesar de que el informe de la policía canadiense detalla los desmanes atribuidos a los chilenos, no aclara cuál fue el origen del altercado que derivó en la bochornosa situación en que varios jugadores chilenos fueron detenidos la noche del 19 de julio.
Siempre según la investigación, durante los hechos de violencia los jugadores chilenos desmantelaron los apoya-brazos y apoya-pies de los asientos del bus en que se encontraban. "Ellos rompieron los vidrios para lanzar estos objetos y escupir a los policías que estaban abajo", se sostiene.
Además, dice la versión, los chilenos también lanzaron pilas, colgadores de ropa y latas de desodorante a los uniformados. Debido a estos proyectiles, cuatro policías resultaron heridos.
La versión de los jugadores chilenos señala que ellos se vieron obligados a romper los vidrios porque los canadienses tiraron dentro del bus gas pimienta, lo que no les permitía respirar.
Implicaciones si se presentaban cargos
Después de ocurridos los hechos, explicó el jefe policial Blair, hubo discusiones con funcionarios de la FIFA respecto de las implicancias que tendría para el torneo el hecho de que se presentaran cargos contra los jugadores chilenos.
Sin embargo, continuó, a los jugadores se les advirtió respecto de su conducta y fueron liberados sin la presentación de cargos.
En un manifiesto respaldo a sus hombres, el jefe policial Blair aseguró que la investigación ha demostrado que los funcionarios del Servicio de Policía de Toronto actuaron con profesionalismo, "con un inmenso nivel de auto-contención, de acuerdo con su entrenamiento y reglas policiales para el uso de la fuerza".
La investigación de la policía canadiense estableció que los daños en el bus fueron extensos, incluyendo 21 respaldos para brazos, así como vidrios quebrados y destrozos en apoya-cabezas.
El costo de estos daños llega a 35 mil dólares canadienses, unos 32.800 dólares estadounidenses.
Según la policía, la FIFA acordó asumir los costo de la reparación del bus por los destrozos que causaron los jugadores chilenos.
