PARÍS.- El kazajo Alexander Vinokurov aseguró contar con el apoyo del presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, en su carrera por defenderse de la acusación de dopaje durante el pasado Tour de Francia, según reveló el propio ciclista al diario deportivo francés "L'Équipe".
"Me ha dicho que tiene confianza en mí al 200 por ciento", afirmó el ex ciclista del Astana, despedido ayer, lunes, después de que se confirmara su positivo por una transfusión sanguínea durante la contrarreloj del Tour en Albi.
"Vino" señaló que el presidente kazajo le ha invitado a su palacio en la capital del país y que se ha ofrecido a interceder ante su homólogo francés, Nicolas Sarkozy.
"Le respondí que no valía la pena hacer de esto un asunto de Estado. Le he asegurado que estoy dispuesto a hacer la mejor carrera de mi vida para probar mi inocencia", aseguró el ciclista.
Vinokurov aceptó con normalidad que su equipo le haya despedido, porque, aseguró "no tenían más remedio", pero señaló que eso no quiere decir que sea culpable.
"Ahora todo depende de los tribunales. Serán los jueces los que decidan sobre mi culpabilidad. Voy a aportar todas las pruebas posibles para mostrar que lo que me sucede es un error grosero", aseguró.
Mientras, los dirigentes del Astana se distancian un tanto del corredor, que también dio positivo en la etapa con final en Loudenvielle-le-Louron, en la que logró su segunda victoria parcial.
El director general de la formación basada en suiza, Marc Biver, aseguró que no hay un caso Astana, sino un caso Vinokurov.
Sin embargo, su situación es comprometida, puesto que la mayor parte de la financiación del equipo procede de empresas kazajas de hidrocarburos, que se embarcaron en la aventura del ciclismo de la mano de Vinokurov.
"Espero que el ciclismo kazajo no se quede sólo en Vinokurov. De lo contrario, significará que el deporte se reduce al culto a la personalidad. Continuar la aventura sin Vinokurov será más honorable para el deporte kazajo", dijo Biver.
El responsable de la formación negó que conociera el dopaje de su ciclista antes de ser informado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) y reconoció haber sido "un tanto iluso" al permitir a Vinokurov trabajar con el polémico doctor italiano Michele Ferrari.
"Ahora, con la distancia, se es más listo", se justificó el director general de Astana.
Biver reconoció que tras el caso Vinokurov el equipo deberá demostrar más firmeza en la lucha contra el dopaje para ser invitado a algunas carreras. Los organizadores de la Vuelta a Alemania ya han anunciado que no tomará la salida de su carrera.
"Espero que los equipos que también han estado implicados en casos de dopaje en el Tour, como T-Mobile, Cofidis y Rabobank sean tratados de la misma forma", aseguró.