BUENOS AIRES.- Los hinchas de fútbol en Argentina deberán esmerarse para poder seguir a sus equipos desde el próximo fin de semana cuando comience el torneo Apertura, luego de que las autoridades decidieran limitar los ingresos a los estadios para frenar una ola de violencia.
La medida de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que durante un semestre de prueba afectará a la mayor parte de los estadios de la primera división, es vista por algunos como un esfuerzo en vano por evitar que se repitan recientes choques entre barras rivales que terminaron con muertos y heridos.
Según cifras oficiales de la Subsecretaría del Programa de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos (PROSEF), que depende del Ministerior del Interior, 177 personas han muerto por hechos de violencia en los estadios y sus adyacencias desde que se implantó el fútbol profesional en Argentina en 1931.
El comité ejecutivo de la AFA aprobó el martes por la noche la solicitud del comité de seguridad deportiva de reducir al 50 por ciento la capacidad de las tribunas visitantes para aquellos estadios que no cuenten con butacas.
En un principio, la AFA barajó directamente prohibir que se jueguen partidos con la presencia de hinchas visitantes, lo que fue criticado por los clubes de fútbol.
Los directivos de algunos de los clubes más importantes del país se opusieron a la medida, argumentando que no es la solución para frenar la violencia.
"Nosotros no somos partidarios de que haya menos hinchas visitantes", dijo a periodistas el presidente de River Plate, José María Aguilar.
El dirigente se opone pese a que River, que en el torneo anterior sufrió la clausura de su estadio por incidentes entre sus barras bravas que dejaron heridos, es uno de los clubes que no sufrirá con las nuevas medidas. Pero Aguilar cree que "esa no es la salida".
Por su parte, el presidente de Vélez Sarsfield, Raúl Gámez, opositor a la política de Julio Grondona en la presidencia de la AFA, tampoco se mostró conforme.
"No me parece bien el proyecto porque esto lo único que hará será favorecer a los barras (bravas) para hacer ingresar a los hinchas que quieran", dijo Gámez, abonando las sospechas de que los líderes de las "barras bravas" revenden los boletos para recaudar dinero.