RIO DE JANEIRO.- Los boxeadores cubanos Erislandy Lara y Guillermo Rigondeaux, quienes están detenidos en Río de Janeiro tras abandonar la delegación de su país durante los Juegos Panamericanos, dijeron a la policía que no querían "desertar" y que fueron sedados por dos hombres que los querían llevar a Europa.
Según informó hoy la agencia Estado, los jóvenes dijeron que su intención al salir de la villa panamericana el pasado 22 de julio,fecha en que "desaparecieron", era comprar un videojuego. Agregaron que estaban acompañados por dos hombres que les habrían dado una bebida con una sustancia que les hizo perder los sentidos.
Desde entonces, Lara de 24 años, y Rigondeaux, de 25, fueron mantenidos incomunicados. Los supuestos empresarios los llevaron para Praia Seca, en la turística Región dos Lagos de Río de Janeiro, donde el jueves los encontró la policía.
Según los pugilistas, los hombres les habrían dado a firmar un contrato para que fueran a luchar a Alemania.
Según se supo hoy, el Ministerio Público Federal (Fiscalía) de Brasil, solicitó a la Policía Federal que investigue si hubo reclutamiento ilegal de los boxeadores, si fueron sometidos a acción de sustancias calmantes y si fueron privados de alguna forma de su libertad.
El procurador de la República Leonardo Figueiredo quiere tomarle declaraciones a los jóvenes para saber quiénes son los dos empresarios, al parecer un alemán y un cubano, que los habrían querido reclutar.
Figueiredo quiere saber además datos sobre todas las personas que estuvieron con ellos desde que se fueron de la villa hasta que fueron hallados por la policía.En estos momentos, la situación en Brasil de Lara, campeón mundial de welter, y Rigondeaux, medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y Atenas 2004, es ilegal, porque la visa de permanencia en el país está vencida desde que terminó el evento deportivo el pasado 29 de julio, y porque están sin pasaportes, que quedaron en poder de la delegación cubana.
Según el diario "O Globo", los jóvenes dijeron a la policía que estaban arrepentidos de haberse ido de la villa, y que quieren volver a Cuba. Incluso rechazaron la ayuda de abogados que se presentaron en la comisaría en nombre de los empresarios, quienes pese a la negativa de los atletas rehusaron retirarse y fueron procesados por desacato y desobediencia.
"Se les ofreció la opción de refugio. Les preguntamos si les gustaría permanecer en Brasil y si tenían recelo de volver a su país, pero ellos dijeron que no, que eran amantes de su país y que eran considerados personalidades en Cuba, y que era por eso que querían volver", dijo el comisario de la Policía Federal Felicio Latera, quien informó que ambos serán deportados.
Para ello, sólo se aguarda a que Cuba envíe a Brasil los documentos de los atletas y compre sus pasajes. En tanto, los boxeadores se encuentran hospedados en un hotel en la región metropolitana de Río de Janeiro, cuyo nombre no fue divulgado por razones de seguridad, y debido a su situación ilegal están en libertad vigilada.
Por su parte, el presidente de la Orden de los Abogados de Brasil de Río, Wadih Damous, dijo que en su opinión los atletas "deberían volver a Cuba, ya que manifestaron esa voluntad, pero que el comisario (Latera) considera que es necesario que declaren para que sea aclarado el supuesto reclutamiento forzado que sufrieron en territorio brasileño".
Agregó que en los próximos días "deben estar viajando" a Cuba, y que la entidad se puso a disposición de los jóvenes para ofrecerles asesoramiento legal.
La "deserción" de los "astros" del boxeo cubano generó malestar en la delegación de ese país, y arrancó duras aseveraciones por parte del presidente cubano Fidel Castro, quien aseguró que los atletas fueron "comprados" y su marcha a competir para una empresa alemana supone un "robo de talentos" que tiene como objetivo "golpear" a Cuba, según escribió el convaleciente mandatario en un artículo.