MIAMI.- La fiebre de la vuelta de los veteranos a la competición de la NBA tuvo su mayor expresión con el anuncio del fichaje sorpresa del base Penny Hardaway por los Heat de Miami.
Hardaway, que en su primera etapa en la NBA fue el hombre franquicia de los Magic de Orlando hasta que llegó el pívot Shaquille O'Neal, ahora a sus 36 años y dos de estar retirado, tiene la oportunidad de reencontrarse con su ex compañero en el sur de la Florida.
El presidente y entrenador de los Heat, Pat Riley, no oculta la satisfacción que tenía por haber conseguido convencer a Hardaway para que volviese a la competición activa y además con su equipo.
"Penny fue de los privilegiados que alcanzó la categoría de All-Star y hasta que se retiró disfrutó de una gran carrera profesional", destacó Riley. "No podíamos ser más afortunados con su presencia en le campo de verano".
Riley dijo que si hubo un jugador que se ganó el derecho de formar parte del equipo de cara a la próxima temporada este no fue otro que Hardaway.
"No sólo ha trabajo duro para ponerse en forma en su voluntad de regresar a la competición sino que además quiere hacerlo en plenitud de forma tanto física como mental y su aportación en distintas posiciones del campo será muy importante para nosotros", explicó Riley.
A pesar de los grande elogios ofrecidos por Riley, el veterano jugador no quiso comentar nada con los periodistas, que tendrán que esperar mejor momento para conocer su estado de ánimo de conocerse oficialmente que vuelve a la NBA por la puerta grande, a un equipo ex campeón de liga.
Antes que tuviese demasiados problemas con las lesiones en las rodillas, Hardaway fue considerado como uno de los mejores bases de la NBA.
Después de haber sido nombrado cuatro veces titular para el Partido de las Estrellas, logro un promedio de 15,4 puntos como profesional con los equipos de los Magic, Suns de Phoenix y Knicks de Nueva York.
Su última temporada en la NBA fue la del 2005-06 cuando sólo pudo jugar cuatro partidos con los Knicks para luego ser traspasado a los Magic y después de cinco días de haber llegado lo despidieron para dar por concluido su contrato de 15,8 millones de dólares.
Pero el descanso obligatorio, al margen de permitirle la recuperación física, le incentivó mucho más su interés por volver a la competición y los Heat lo invitaron al campo de verano, donde sorprendió con un gran rendimiento y puesto a punto.
Riley, al que siempre le gustó el juego de Hardaway, decidió su fichaje para ocupar el puesto que dejó vacante el veterano Eddie Jones, que la pasada semana firmó con los Mavericks de Dallas como agente libre por dos años.
Hardaway se convierte también en el segundo fichaje que consiguen los Heat durante el verano después que el pasado mes consiguieron como agente libre al base Smush Parker, otra gran adquisición para el esquema de equipo que tiene definido Riley de cara a la próxima temporada.
Los fichajes de Parker y Hardaway llegan después que fallase la oferta que los Heat hicieron al base Mo Williams, quien decidió continuar con los Bucks de Milwaukee, que le dieron más dinero.
Ahora el objetivo de los Heat es conseguir los servicios de los agentes libres, el alero francés Michael Pietrus, de los Warriors de Golden State, y James Posey, quien ha jugado con ellos las dos últimas temporadas.
La estrella de los Heat, el escolta Dwyane Wade, se ha mostrado satisfecho con los jugadores que hasta ha conseguido el equipo para reforzarse y para nada piensa en los que no pudieron llegar.
"No es el momento de preocuparse por lo que no pudimos conseguir", comentó Wade al comienzo de semana. "Lo que debe interesarnos es que todavía podemos lograr jugadores con talento".
La llegada de Hardaway es uno de los profesionales a los que se refería Wade, especialmente si se tiene en cuanta la trayectoria profesional que estableció cuando en la temporada de 1995 junto con O'Neal llevó a los Magic a las Finales de la NBA que perdieron por barrida de 4-0 frente a los Rockets de Houston.
Después de la experiencia fallida con Hardaway para conseguir el título de liga, O'Neal decidió irse a Los Angeles Lakers, donde se encontró con el escolta Kobe Bryant y allí si pudo lograr tres títulos consecutivos de liga.
También lo logró con los Heat y el protagonismo de Wade, por lo que ahora O'Neal tiene junto con Hardaway la segunda oportunidad de conseguir un nuevo título de liga, en reivindicación del que perdieron en 1995, una aliciente que también le gusta a Riley.