El boxeador cubano se perderá los JJ.OO. de Pekín del próximo año.
EFELA HABANA.- Eder Jofre, ex campeón mundial brasileño de los pesos gallo, y el senador oficialista Eduardo Suplicy divulgaron hoy una carta abierta al presidente de Cuba, Fidel Castro, en la que piden una "nueva oportunidad" para los púgiles Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara.
"Permitir que Rigondeaux y Lara disputen los próximos Juegos Olímpicos representando a Cuba contribuye al espíritu universal del deporte", afirma el mensaje publicado por el diario brasileño "Folha de Sao Paulo", que hace además una defensa de la libertad de circulación de "personas e ideas".
Rigondeaux, bicampeón olímpico de los ligeros, y Lara, campeón mundial de welter, protagonizaron un fallido intento de deserción durante los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, y fueron deportados a Cuba el 4 de agosto por el gobierno brasileño de Luiz Inacio Lula da Silva.
En el mensaje a Castro, Suplicy -quien es uno de los exponentes del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula- recuerda que fue un boxeador aficionado en la juventud, antes de convertirse en economista y senador por el estado de Sao Paulo.
Además, la carta recuerda que Jofre ha sido campeón mundial de los gallos de 1960 a 1965 y está considerado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) como el mejor de todos los tiempos en su categoría.
Suplicy y Jofre reconocen que Rigondeaux y Lara "abandonaron la delegación de Cuba en la villa panamericana y terminaron siendo reclutados por empresarios que les ofrecieron ventajas monetarias y divertimentos para que dejaran de cumplir la responsabilidad de representar su nación".
Al mismo tiempo, afirman que leyeron las declaraciones de los dos pugilistas a la policía federal brasileña, tras su detención en el balneario de Araruama, en la que ambos "expresan arrepentimiento, amor a Cuba y voluntad de regresar a su país".
La carta recuerda que, en un artículo publicado el 4 de agosto en el diario cubano "Granma", Castro prometió que Rigondeaux y Lara no sufrirían "arresto de ningún tipo", pero luego, tres días después, insinuó que ambos pugilistas podrían ser excluidos de la nómina designada para representar a Cuba en los Juegos de Pekín.
En base a eso, Suplicy y Jofre dirigen un "llamamimento humanitario" para que "Cuba pueda darles una nueva oportunidad (a Rigondeaux y Lara), como se merecen todos los seres humanos" y piden que ambos boxeadores sean autorizados a disputar los Juegos Olímpicos.
Los dos brasileños justifican su pedido aseverando que es improbable un nuevo intento de deserción: "Amando Cuba, como declararon, seguramente seguirán viviendo en su país". La carta, que asegura por anticipado el respeto de ambos firmantes a cualquier decisión del gobierno cubano sobre el caso -"pues ambos sabemos que no debemos interferir en las decisiones internas y soberanas de cada país"-, señala sin embargo que un perdón a los dos pugiles representaría un "gesto de generosidad".
"Eses gesto de generosidad nos acercará a lo que dijo el presidente Luiz Inacio Lula da Silva el pasado día 5 (de agosto), en el diario 'O Globo': 'En nuestro continente no necesitamos muros... La verdadera integración hace circular libremente no sólo mercaderías y servicios, sino también personas e ideas'"