BOSTON/LAS VEGAS.- Estados Unidos aprendió de los errores del pasado y en su meta de recuperar el oro olímpico en Pekín 2008 es consciente de que tiene que apelar a una nueva versión del "Dream Team", que ya dejó muy buena sensación en el Preolímpico de las Américas en Las Vegas.
Las estrellas de la liga estadounidense de baloncesto NBA demolieron el domingo por 118-81 al campeón olímpico, Argentina, y ganaron de modo claro el pasaje para Pekín 2008.
"Este equipo es uno de los mejores que ha tenido jamás Estados Unidos. Naturalmente nadie olvida al "Dream Team", con jugadores como Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird. Pero el actual equipo me gusta mucho", dijo el entrenador de Argentina, Sergio Hernández.
"Queremos ganar la medalla de oro", anunció LeBron James tras la exhibición en la final, donde fue el máximo encestador con 31 puntos. El as de los Cleveland Cavaliers es sólo una de las numerosas superestrellas de la NBA que interrumpieron sus vacaciones para defender los colores de su país y lograr una plaza para Pekín 2008.
Junto a "King James", destacaron también Kobe Bryant, Carmelo Anthony, Jason Kidd y Chauncey Billups. Bryant y compañía no sólo ganaron los diez partidos, sino que dominaron e incluso humillaron a equipos como Brasil o a Argentina. De promedio los norteamericanos ganaron con una ventaja de 39,5 puntos.
"Tenemos el talento, tenemos un conjunto homogéneo y por ello estamos en condiciones de jugar a tope todo el partido", dijo Bryant, de 29 años, estrella de Los Angeles Lakers y que juega por vez primera con la selección de EE.UU.
El manager del equipo, Jerry Colangelo, lo llamó en junio para preguntarle si quería formar parte del equipo. Para no presionar en exceso al triple campeón de la NBA, Colangelo le dijo: "Si tienes ganas, me llamas". Pero Bryant aceptó de inmediato. "No necesito pensar. Al fin y al cabo es algo muy especial representar a nuestro país".
Los norteamericanos se consideran a sí mismos los mejores basquetbolistas del mundo, pero hace siete años que esperan conseguir un gran título. En 2002, los millonarios hicieron el ridículo en el Mundial de Indianapolis, su propio país, donde terminaron sextos. En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y en el Mundial de Japón 2006 sólo terminaron en tercer lugar, una catástrofe.
"Vi el partido en televisión y me dolió mucho. Y al final sólo hubo bronce", recuerda Amare Stoudemire, de los Phoenix Suns, el fracaso por 101-95 contra Grecia en semifinales del Mundial de Japón.
El entrenador Mike Krzyzewski cree que la causa de los fracasos de los años pasados fue la falta de continuidad y por ello, junto a su asistente Mike D'Antoni, busca un plan a largo plazo. "Todos los años se cambiaron jugadores y técnicos. Otros equipos son demasiado buenos y con nuestros constantes cambios les damos la posibilidad de batirnos. Otros países preparan sus equipos a largo plazo y ése debe ser también nuestro objetivo".
"He aprendido que hay que tirar por la ventana el ego personal", dice James, en consonancia con el discurso de su técnico.
James y Anthony jugaron en 2004 y 2006. Y no quieren volver a vivir la humillación ni decepcionar otra vez a su país. Y aludiendo a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Anthony comentó: "No podemos perder, no con este equipo".