NUEVA YORK.- La belga Justine Henin dejó sin expectativas al público estadounidense, superó a Venus Williams por 7-6(2) y 6-4 y disputará contra la rusa Svetlana Kuznetsova la final para obtener un nuevo título del Grand Slam, el Abierto de los Estados Unidos.
Huérfanos de representación en el torneo masculino desde que Roger Federer terminó con Andy Roddick, la número uno del mundo ha puesto coto a las perspectivas locales en el campeonato de mujeres.
La belga se encargó de fulminar, primero a Serena, a la que batió en cuartos de final. Y ahora a su hermana mayor. La raqueta de Lieja, de 26 años, regresa al momento culminante en la pista Arthur Ashe del Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, de donde salió como derrotada el pasado año, cuando cayó frente a la rusa Maria Sharapova.
Ahora se encontrará con otra raqueta del este. Svetlana Kuznetsova, con menos propulsión que su compatriota pero con un gran tenis. De hecho, ya ganó en Nueva York en 2004, un año en el que Henin se estancó en la cuarta ronda.
Henin, que acumula seis títulos grandes, busca recuperar la corona estadounidense que obtuvo en el 2003. Pero tras un año plagado de decepciones a última hora -en el 2006 disputó las cuatro finales de los torneos del Grand Slam pero sólo salió victoriosa de Roland Garros- acomete la conquista de su segundo major del curso tras el obtenido en París.
Venus Williams exprimió al máximo sus opciones para evitar el triunfo de la belga, cada vez más asentada como dominadora del circuito femenino que antaño coparon, con alternancia, las hermanas de Florida.
La estadounidense, impulsada por su potencia y por el aliento de la grada, procuró agarrarse al partido. En cada set neutralizó el aparente aplastante dominio de la belga. Con 5-3 en el primero salvó dos puntos de set y llegó el desenlace al tie break, donde Henin terminó por imponerse. Después, en el segundo, echó por tierra el 3-0 de la europea. Incluso tuvo tres puntos (0-40) para situarse con ventaja de 4-3. Ahí cambió el partido. La belga salvó la situación y se apuntó el juego. Con Venus entregada físicamente, a Henin no se le marchó el partido.