El suizo jugará una nueva final de Grand Slam ante el serbio Djokovic.
AFPNUEVA YORK.- El suizo Roger Federer arrolló al ruso Nikolay Davydenko (7-5, 6-1 y 7-5), el único que llegó a semifinales sin perder un set, pero que salió humillado por el número uno del mundo, que enfila su cuarta final en el Abierto de los Estados Unidos para sumar su duodécimo Grand Slam.
Al helvético poco le importan los antecedentes. Ni los favorables, como el hecho de que afrontara el partido con nueve triunfos de otros tantos intentos, ni los amenazantes, como el arrollador tránsito hacia la final del jugador de Rusia.
Tampoco le quita el sueño el futuro. La lucha por el título ante el serbio Novak Djokovic, el último con el que salió derrotado y el más claro aspirante a heredar su trono.
Federer se queda sin alicientes. Da la sensación de que afronta los choques como trámites. Los objetivos se le agotan. Sólo Roland Garros y el récord del estadounidense Pete Sampras barruntan entre sus expectativas.
Si supera a Djokovic en el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King totalizará doce grandes. Igual que el mítico australiano que deleitó en los años sesenta. Y quedará a sólo dos de los catorce que tiene Sampras.
Federer no se alteró cuando Davydenko tomó una ventaja clara después de arrebatarle el servicio. Ya superó contratiempos mayores contra el estadounidense John Isner y el español Feliciano López, que le arrebataron el set de entrada. El suizo equilibró la situación en cuanto quiso.
Davydenko, un tenista que despide talento por los cuatro costados y cuarto del mundo, queda minimizado en cuanto asoma el suizo. Le pesan los antecedentes. La condición de imbatible que asume sin remedio en cuanto asoma este rival. La ventaja no le dio perspectivas a Davydenko, que se deshace en cuanto cede el primer set.
Fue lo que le sucedió en Flusing Meadows. Se hundió en cuanto el parcial fue a parar a su rival. No ofreció lucha en el segundo, del que se abstuvo. Aunque recuperó parte de la ilusión en el tercero, cuando hizo break y se puso con ventaja de 3-1 y 5-3. Y dispuso de dos puntos de set para alargar el partido. Fue una ficción. No juega agusto con calor, el suizo, que apretó para cerrar definitivamente el partido después de dos horas y veintiún minutos de juego.