VIGO.- La derrota del Celta de Vigo, equipo donde milita el chileno Pablo Contreras, ante el Eibar de Nicolás Medina, la segunda consecutiva de los gallegos esta temporada, ha encendido todas las alarmas en el entorno del cuadro celeste, que ve con preocupación como un equipo pensado para ascender, coquetea, tras tres jornadas ligueras, con los puestos de descenso a Segunda División B.
Para un equipo obligado a ascender Primera División cualquier tropiezo adquiere una mayor significación, y en el caso del Celta ya van tres consecutivos, a los que añadir la eliminación copera, lo que ha despertado los recelos de una afición, que el pasado sábado despidió con pitos al equipo tras la derrota ante el Eibar (0-1).
Preocupada, aunque dentro de una aparente tranquilidad, la directiva y el cuerpo técnico se justifican con el argumento de que la plantilla apenas está conjuntada -el Celta no cerró el equipo hasta una vez iniciada la competición- por lo que se necesita tiempo para trabajar.
El problema para los gallegos reside en que no hay tiempo, lo que obliga a los celestes a realizar con la Liga ya en marcha el trabajo propio de una pretemporada, con dobles sesiones de trabajo para algunos de los recién llegados, con las consecuencias que se están evidenciando.
El Celta, que tan sólo acumula un punto en las tres primeras jornadas ligueras, ha visto como hasta en dos ocasiones, tres si se tiene en cuenta el choque copero con el Málaga (2-1), tanto Córdoba (1-1) como Castellón (2-1) remontaban en el tramo final las ventajas iniciales de los gallegos, mientras que ante el Eibar a la primera ocasión encajaron el gol de la derrota.
La falta de entendimiento entre los jugadores tiene un coste demasiado alto en un equipo con un once titular en el que tan sólo han repetido en los tres encuentros disputados los centrales Rubén y Peña, los centrocampistas Antonio Núñez y Roberto Souza, así como el cancerbero José Manuel Pinto.
La línea defensiva es completamente nueva con relación a la pasada campaña tras la marcha de Ángel al Villarreal, el despido del argentino Diego Placente y el destierro al que están sometidos el chileno Pablo Contreras y el argentino Matías Lequi.
Igualmente novedoso es el doble pivote, en el que tras la salida de Borja Oubiña, cedido al Birmingham inglés, y sin poder contar con el brasileño Iriney Santos, lesionado, tanto Vitolo, como Roberto Souza o Jorge Larena han pasado por la sala de máquinas del cuadro celeste.
Tampoco parecen todavía definidas la bandas del equipo vigués en las que Núñez y Vara, titular en Copa, han alternado por la derecha, mientras que en la izquierda Roberto Lago, Adrián López y el holandés Quincy Owusu han gozado de la titularidad en los cuatro encuentros disputados.
No obstante, a quien parecen echar más de menos los celestes es al goleador brasileño Fernando Baiano, traspasado al Murcia, ya que ni Javi Guerrero, quien actuó como titular en la primera jornada antes de fichar por el Recreativo de Huelva, ni el búlgaro Vladimir Manchev han anotado.
Una misión que parece encargada para el chipriota Yiannis Okkas, que todavía no ha podido debutar con el cuadro celeste, dada la tardanza en el cierre de su fichaje.
El técnico Hristo Stoichkov, sin embargo, reiteró tras la derrota ante el Eibar su absoluta confianza en que dispone de una plantilla para lograr el reto del ascenso, pero lo cierto es que el arranque no es el esperado y lo que mal empieza.... mientras tanto el líder, el Málaga ha hecho pleno, nueve de nueve.
