FRANCORCHAMPS, Bélgica.- McLaren es la obra de su vida: la central en Woking fue diseñada por el famoso arquitecto Norman Foster y la reina Isabel II de Inglaterra la inauguró personalmente hace tres años. La suntuosa obra sigue en pie, pero en los días y semanas del "affaire" de espionaje se tambaleó el imperio de Ron Dennis.
No es extraño, por tanto, que el británico tuviera el aire un tanto preocupado. Las lágrimas en los brazos de su esposa tras el doble triunfo de las "flechas de plata" en el país de Ferrari el pasado domingo mostraron el otro rostro, visto sólo en raras ocasiones, de una persona mas bien correcta y fría.
De simple mecánico llegó a ser un poderoso manager y el jefe de equipo de Fórmula 1 más exitoso de todos los tiempos. El británico, que el primero de junio festejó su 60 cumpleaños, quedó presa del deporte del motor durante más de cuatro decenios.
A toda velocidad cambió destornilladores y tuercas de ruedas por bolígrafos y planes de estrategia. Desde 1980 es el responsable principal de McLaren. Ha ganado ya 16 títulos de campeón del mundo. Y desde 1995 trabaja junto con el fabricante de coches Mercedes en calidad de suministrador de motores. Ahora el matrimonio del deporte del motor se enfrenta a su gran prueba.
Dennis es conocido por su ambición, famoso por su disciplina y temido como contrincante. Es un estratega de frío cálculo. Antes de la primera audiencia por el caso de espionaje ante el Consejo Mundial de la Federacion Internacional de Automovilismo (FIA), hubo un triunfal 1-2 en Mónaco, al que siguió tres días después la absolución sobre el tapete verde.
Como jefe de equipo de McLaren, el británico ostenta un palmarés de 131 victorias en Grandes Premios. Un más que excelente balance para el hombre que en 1966 llegó a la Fórmula 1 en calidad de mecánico del piloto alemán Jochen Rindt. En nueve ocasiones uno de sus pilotos se proclamó campeón del mundo y siete veces su equipo ganó el título de constructores.
Con Fernando Alonso, doble campeón mundial, Dennis tiene sus problemas, pero la contratación del español llevó adelante al equipo. El compañero de Alonso, el británico Lewis Hamilton, "hijo adoptivo" de Dennis, es el líder de la actual temporada.
La competencia entre ambos es feroz, pero a finales de los años 80, el jefe de equipo ya tuvo bajo su égida a otras dos superestrellas: el brasileño Ayrton Senna y el francés Alain Prost.
El dúo logró dos tercios de los títulos de pilotos conquistados bajo la direción de Dennis. Anteriormente, el austriaco Niki Lauda le brindó el primer título en 1984. Hasta ahora, el último campeón mundial de McLaren-Mercedes fue el finlandés Mika Hkkinen en 1998 y 1999.