El tenista chileno Nicolás Massú lucha por retomar el nivel que ha perdido en los últimos meses.
José AlvújarSANTIAGO.- Cayó luchando. Nicolás Massú intentó nuevamente en vano cambiar su suerte del último tiempo y avanzar a lo menos una ronda, esta vez en el abierto de Estocolmo (Suecia, 680 mil euros, cemento bajo techo).
Tras dos horas y 45 minutos de lucha, el chileno terminó inclinándose ante el croata Ivo Karlovic (25°), por parciales de 7-6(6), 6-7(4) y 6-4, con lo que se despidió en la primera ronda del certamen escandinavo y prolongo una racha negativa que viene desde julio de este año.
Lamentablemente, el escenario no era el más propicio. Al frente estaba Karlovic, el más alto de los tenistas del tour con 2,08 metros de estatura, un saque temible y, por razones obvias, un tenista muy difícil de pasar cuando está en la red. El europeo conectó la friolera de 34 aces, contra el modesto registro de Nicolás Massú, quien apenas puso dos saques directos en todo el partido.
Tras perder el primer set en el tie break, el chileno emparejó la cuenta por el mismo expediente, luego de imponerse en el segundo capítulo, también en el desempate por 7-4. Ambos llegaron igualados a la muerte súbita y un oportuno mini break del viñamarino más una doble falta del croata le sirvieron a Massú para inclinar la balanza a su favor.
Al final, el único quiebre de servicio de todo el partido terminó privando a Massú de la reconfortante sensación de victoria, tan escasa para el viñamarino en el último tiempo, ya que su último festejo viene de la segunda semana de julio, cuando se impuso al ruso Evgeny Korolev, en Bastad.