PARÍS.- Según la lógica, el campeón del mundo de 1995, Sudáfrica, debería vencer mañana a Argentina en las semifinales del Mundial de rugby de Francia. Sin embargo, esa lógica no se ha dado en el Mundial. Francia e Inglaterra, rivales hoy en la "semifinal del norte", eliminaron previamente a los favoritos del torneo, Nueva Zelanda y Australia, respectivamente, y los "Pumas" albicelestes quieren escribir una página más en la historia.
Argentina está en semifinales del Mundial por primera vez. Con esa ilusión enfrenta mañana a una Sudáfrica que ha ganado los once duelos previos entre ambos combinados.
Los "Pumas" se aferran a la mejor defensa del Mundial, así como al pie y la brillantez de Juan Martín Hernández, quien deberá ser tan preciso con sus puntapiés ofensivos como lo ha sido hasta ahora para Argentina.
El brillante sudafricano Fourie du Preez afirmó que el partido se decidirá en el ataque. "Va a ser una dura batalla en el frente. Estoy seguro de que nuestros delanteros son capaces de ello. Tradicionalmente a los jugadores sudafricanos les gusta jugar hacia adelante y así lo hace Argentina".
Sin embargo, el partido puede decidirse por la velocidad, una cualidad de la cual carece Argentina y de la que Sudáfrica presume, especialmente con sus alas Bryan Habana y JP Pieterson.
Los argentinos afirmaron estar cansados tras su victoria en cuartos de final sobre Escocia, un inconveniente, pues saben que para vencer a Sudáfrica deben estar físicamente en forma los 80 minutos.
La presión está del lado de los "Springboks", máximos favoritos. Argentina espera seguir avanzando en el sueño ahora que ya se ganó un puesto en el panorama internacional.
"Llegar a un Mundial y mostrar que estás entre los cuatro mejores equipos del torneo es un gran logro", señaló Felipe Contepomi, uno de los grandes anotadores argentinos. "No es sólo este torneo, Argentina ha mostrado cómo ha jugado en los últimos años".