Las "gracias" de Riquelme acabaron con la ilusión de la "Roja"

BUENOS AIRES.- Chile se paró con personalidad y asustó a Argentina en el inicio con un derechazo de Vidal y un pelotazo de Fernández a Rubio que Abbondanzieri alcanzó a despejar. Fue una ilusión. Argentina, cual motor petrolero, fue calentando sus movimientos y con dos magistrales tiros libre de Juan Román Riquelme arruinó el debut del Chile de Marcelo Bielsa en las clasificatorias para Sudáfrica 2010.

El conjunto trasandino superó por 2-0 a la "Roja", finalmente con categoría y gracias especialmente a la gran actuación de sus agentes ofensivos. Riquelme, Tevez, Maxi Rodríguez y, especialmente, Messi le propusieron problemas indescifrables a los defensores rojos.

Riquelme sólo hizo su "pega", y eso que no jugaba un partido oficial hace tres meses. En la otra trinchera, Claudio Bravo acusó su inactividad en la Real Sociedad y si bien el argentino le pega como los dioses, en ambas pelotas detenidas -y en otras también- se quedó pegado al piso, falto de reacción, de chispa.

Si ellos fueron el cara y sello en la definición misma del duelo, la categoría del equipo argentino fue una valla insalvable, una escuadra sólida que no permitió la expedición que Bielsa imaginaba. Al promediar la primera etapa, el DT argentino ya había hecho ingresar a Droguett por Fierro, en búsqueda de darle un mayor peso físico a la selección nacional por los costados.

Desde el sólido Abbondanzieri hasta el escurridizo y rápido Tevez, pasando por los aplomados Milito y Demichelis, la fiereza de Mascherano y la creatividad de los hombres en ofensiva... Todo jugó en contra de Chile. Y a favor de Argentina.

Chile no tuvo armas para combatir, al menos, para intentar dar vuelta la historia. Las faltas innecesarias, la tarea titánica e insufrible de Iturra, la poca trascendencia de Fernández...

El derechazo de Vidal y los piques y fintas de Rubio hicieron abrigar esperanzas, pero finalmente Argentina fue superior.

Quizás Iturra tenía razón cuando dijo en la semana que había que preocuparse más de ganarle a Perú que intentar dar vuelta la historia con los argentinos. El miércoles, ante Perú, se sabrá si se inició mal el trabajo general de la mano de Bielsa o si Riquelme sólo fue una piedra en el zapato.