Arsenal y River no se hicieron daño en la Copa Sudamericana

BUENOS AIRES.- Los argentinos Arsenal y River Plate empataron 0-0 anoche en un mediocre partido de ida por las semifinales de la Copa Sudamericana 2007, disputado en el estadio de Arsenal, en Sarandí (periferia sur bonaerense).

La llave quedó abierta con miras al desquite que se jugará el miércoles próximo en el estadio Monumental y que definirá un boleto a la final, mientras que el otro equipo surgirá del duelo entre el mexicano América y el colombiano Millonarios, con ventaja para los aztecas, que ganaron 3-2 en la ida en Bogotá.

El encuentro quedó trabado desde el primer momento porque entre los temores y las precauciones de ambos abundaron las marcas intensas en un campo de juego reducido, y fueron muy escasas las situaciones de riesgo para las vallas, más allá de que los dos conjuntos le imprimían un buen ritmo al encuentro.

River Plate, de a ratos, insinuaba que podía acercarse con peligro, en la medida que el juego pasaba por los pies del Ariel Ortega, pero estaba muy solo en el ataque, ya que Radamel Falcao García perdió el duelo de colombianos ante el zaguero Jossimar Mosquera.

Durante los primeros minutos, el equipo de Passarella consiguió asumir el control, con mucho despliegue en el mediocampo y la seguridad de una defensa comandada por Eduardo Tuzzio y Danilo Gerlo para cerrarle a Arsenal la posibilidad de llegar por la vía aérea.

No obstante, River apenas si consiguió poner en aprietos al arquero Mario Cuenca, pues se arrimó con un desborde por la derecha que Marco Ruben no consiguió empujar, y un disparo desviado de Fernando Belluschi desde media distancia. Arsenal, que tomó como primera premisa no recibir ningún gol en su casa, le quitó los espacios a su rival a medida que pasaban los minutos, cuando Israel Damonte y Carlos Casteglione "encerraron" a Ortega, y emparejó el desarrollo del encuentro.

Por el lado del modesto equipo de Gustavo Alfaro, lo mejor fue un muy buen remate del experimentado José Luis Calderón que el arquero Juan Pablo Carrizo contuvo con esfuerzo, y una llegada de Sebastián Carrera despejada a tiempo por Tuzzio.

No varió en absoluto el panorama en la segunda mitad, al margen de otro repunte de River en el comienzo, que buscó sumar explosión en el ataque con el  ingreso de Mauro Rosales por el intrascendente Ruben.

Pero el juego se mantuvo equilibrado, y al mismo tiempo comenzaron a surgir algunos roces y fricciones, con lo que aparecían las infracciones, y cada jugada con pelota detenida surgía como la única variable para tratar de llegar sobre la valla rival.

River estuvo muy cerca de quebrar la paridad en tiempo de descuento, con un remate desde fuera del área de Belluschi que Cuenca desvió con lo justo.

El cero terminó por ajustarse a lo visto en un partido de pocas ideas, con dos equipos que se preocuparon más por no perder que por conseguir los tres puntos, y que dejaron la definición pendiente para el miércoles próximo.

Recién entonces se sabrá si pesará más la fortaleza de River como local, o si Arsenal podrá prolongar su buena racha como visitante, ya que ganó los tres partidos que jugó en esa condición en la Copa, para decidir el nombre del equipo argentino en la final.