SHANGHAI.- El suizo Roger Federer tiene asegurado finalizar por cuarto año consecutivo como número uno del mundo y es el gran favorito para alzarse de nuevo con la Copa Masters, a partir de mañana en Shanghai, pero todas sus hazañas y su gran rivalidad con el español Rafael Nadal pueden quedar oscurecidas por los últimos escándalos que salpican el circuito.
Las sospechas y rumores sobre amaño de partidos en los torneos o ATP tienen cada vez mayor fundamento, y no hay día que no salga un nombre nuevo a la palestra, bien como acusado o como "contactado" por las organizaciones que quieren sacar un beneficio adicional de los partidos de tenis, en forma de apuesta.
El alemán Tommy Haas ha decidido someterse a controles médicos para determinar si fue envenenado durante la semifinal de Copa Davis contra Rusia en septiembre, después de que su compatriota Alexander Waske denunciara este hecho.
Haas se vio obligado a renunciar a su partido contra el ruso Mijail Youzhny debido a un virus estomacal y Rusia ganó los dos partidos individuales de la última jornada el 23 de septiembre, en aquella confrontación que al final cayó de su lado por 3-2 para alcanzar la última ronda contra Estados Unidos.
Pero el problema más grave continúa siendo el de las sospechas sobre jugadores que podrían haber aceptado perder sus partidos para convulsionar las apuestas por internet.
Un problema que surgió con el ruso Nikolay Davydenko, cuando la compañía Betfair descubrió que importantes sumas de dinero se movieron en torno a su partido contra el argentino Martín Vasallo Argüello (87 del mundo) en la tercera ronda de un torneo en Polonia en agosto, que acabó con retirada del ruso.
Pero quizás lo que más ha escandalizado al mundo del tenis fueron las declaraciones de un "jugador en activo" sin identificar quien esta semana aseguró que hay colegas en el circuito que apuestan en las propias salas de jugadores de los torneos, y están implicados en el proceso de amañar partidos y cuya sapiencia es mayor sobre la mesa o al ordenador, que sobre una pista de tenis. "Aquellos que lo hacen son más profesionales que cuando juegan al tenis por ellos mismos", dijo.
Ante esta avalancha de rumores, sospechas y escándalos, los ocho mejores jugadores del mundo esperan el inicio de la Copa Masters este domingo. Federer y Nadal parten como los dos primeros favoritos, pero la semana se presentará tormentosa, puesto que la Federación Internacional de Tenis, junto con la ATP y la WTA tienen que proseguir sus investigaciones y tomar alguna decisión al respecto sobre estos asuntos.
Federer, ganador de su séptimo título del año en Basilea hace dos semanas, triunfador en tres Grand Slams esta temporada; Abierto de Australia, Wimbledon y Abierto de EE.UU, con un total de 12 en su carrera, a dos del récord del estadounidense Pete Sampras, es el favorito, al menos para llegar a las semifinales, pues sus rivales del Grupo Rojo, Andy Roddick, Davydenko y el chileno Fernando González, todos juntos, no han ganado nada más que un partido al fenómeno suizo, que ha vencido en 34.
Queda por comprobar como se encuentra Roddick de su lesión en la rodilla, pues en esta pista el estadounidense puede hacer daño al número uno del mundo, ante el que dispuso de tres bolas de partido el pasado año.
Rafael Nadal, asegurado su puesto número dos en la lista, debe llegar también a las semifinales, aunque en su grupo figuran jugadores como el serbio Novak Djokovic y su compatriota David Ferrer que le han vencido en el último encuentro. Nadal, precisamente debuta mañana domingo contra el francés Richard Gasquet.
Son ocho los maestros que se reunirán en el fabuloso estadio Qi Zhong de Shanghai, ante 15.000 espectadores, con tres millones de euros (4,5 millones de dólares) en premios, pero el verdadero "Maestro", el argentino David Nalbandian, permanece en casa.
Ganador de los dos últimos Masters Series, Madrid y París-Bercy, derrotando en ambos al número uno y dos del mundo, Nalbandian tan solo había logrado la novena posición mundial este lunes, y por tanto podía viajar a Shanghai, únicamente en calidad de reserva.
El argentino ha declinado hacer este largo viaje, aún sabiendo que en el 2005 acudió también repescado y se hizo con el título. Pero esta vez ha preferido quedarse en casa, tomarse vacaciones y prepararse para la primera cita importante del año, el Abierto de Australia.