BUENOS AIRES.- Agobiado por los pésimos resultados y esclavo de sus palabras, Daniel Passarella renunció este jueves al timón de River Plate, un día después que su equipo fue eliminado por Arsenal en las semifinales de la Copa Sudamericana.
"Mi palabra es inquebrantable", subrayó Passarella al anunciar su renuncia y recordando lo que dijo en mayo pasado cuando anunció que se alejaba de River si no ganaba nada hasta fines de año, tal como ocurrió.
El timonel no aclaró si la renuncia es efectiva de inmediato o cuando termine el torneo Apertura argentino en diciembre. Passarella leyó unas breves palabras en una conferencia de prensa y no aceptó preguntas de los periodistas.
"No es por miedo que me voy, siempre me gustó redoblar las apuestas", indicó. "Lo hago simplemente porque me comprometí públicamente con el socio y con el hincha de River verdadero a cumplir mi palabra".
"Con mucho dolor, con mucha tristeza, pero quiero sentirme íntegro y totalmente tranquilo de haber cumplido con lo que prometí", agregó.
Passarella recibió horas antes un golpe mortal cuando el modesto Arsenal de Sarandí lo eliminó de la Sudamericana, cuando el claro objetivo tanto de ese técnico como de todo River era ganarla.
Despedido de la Sudamericana y sin posibilidades en el Apertura argentino, a tres fechas del final, Passarella no hizo más que cumplir con su palabra.
"El vestuario (tras el partido con Arsenal) fue lo mas triste que me tocó vivir en mi carrera deportiva", dijo Passarella. "Nunca vi un vestuario como el de anoche, con todos los jugadores llorando".
Passarella, de 54 años, dirigía a River desde enero de 2006, cuando regresó 12 años después de haber dirigido por primera vez, y desde entonces no ganó ningún título local ni internacional.
Su anterior ciclo fue exitoso ya que bajo su conducción River ganó el campeonato 89/90 y el Apertura de 1990 y 1993.
El estratega destacó la calidad de los jugadores que deja en el plantel, entre ellos figuras como el mediocampista Fernando Belluschi y el veterano Ariel Ortega, quien levantó su nivel en los últimos meses luego de una batalla con el alcoholismo.
"Estoy seguro de que dejamos un plantel muy bueno, un grupo excepcional y que en el próximo torneo y con los jugadores lesionados que tiene el plantel que van a estar recuperados River va a hacer seguramente una gran campaña", opinó Passarella.