El espigado Peter Crouch destaca en una de las sesiones de entrenamientos de Inglaterra.
EFE
LONDRES.- Inglaterra necesita un empate ante Croacia en su choque de este miércoles si quiere sellar su billete para la Eurocopa del 2008, gracias, principalmente, a la victoria de Israel frente a Rusia el pasado sábado, que limitó enormemente las posibilidades del combinado que entrena el holandés Guus Hiddink.
Después de una clasificación salpicada de altibajos Inglaterra llega viva al día clave, al escenario ideal -Wembley- y ante un adversario que, lejos de ser ideal, acude al choque -al menos- con poco o nada que jugarse.
Más vivo que nadie llega el seleccionador, Steve McClaren. La cabeza de 'Mac' -llamado Mac Job a veces por los tabloides, en alusión a los "trabajos basura"- ha pendido de un hilo en los últimos catorce meses.
Su errática andadura empezó en Wembley el 7 de octubre del 2006 con el nefasto empate sin goles ante Macedonia. Luego siguieron la derrota en Croacia (2-0) y otro empate a cero en terreno israelí. Inglaterra se alejaba de su objetivo de la clasificación y, lo que era peor, ofrecía unas sensaciones paupérrimas.
Sin embargo los jugadores y 'Mac' se conjuraron y, tras cinco victorias consecutivas por 3-0, remontaron el grupo. Con un 0-1 en la primera parte de Moscú el remiendo parecía consistente. Pero dos goles de los rusos, con la ayuda del meta Robinson, pusieron de nuevo a Inglaterra al pie de los caballos.
El resto, por reciente, ya se conoce. El sufrimiento a miles de kilómetros de distancia del seleccionador McClaren, que reconoció que no pudo soportar los últimos diez minutos del Israel-Rusia del pasado sábado, resume la histeria deportiva de un país que iba camino de perderse la cita del verano que viene.
McClaren -Inglaterra- necesitaba que un empate de los israelíes frenara a los rusos para así seguir con vida. A falta de 10 minutos los de Hiddink asediaban la portería del israelí Aouate y hasta dieron un palo. Al final, con McClaren en el baño por los nervios -según él mismo reconoció- Israel marcó el segundo y salvó el pellejo del seleccionador.
La prensa británica ha acompañado el proceso con el dramatismo que le caracteriza, tabloides y prensa seria incluidos. Ya la semana pasada se especuló con la posibilidad de que McClaren estuviera destituido, pasara lo que pasara. El debate sobre el cupo de jugadores nacionales en la Premier League saltó a primera línea y se recordó que el fútbol inglés estaba en peligro con tanto foráneo.
Sin embargo lo sucedido en Israel ha cambiado el escenario. Los protagonistas vuelven a ser los jugadores, que pretenden desempeñar el papel de héroes nacionales y de salvaguardas de su entrenador. "No hay excusas", afirmó el propio McClaren.
El último capítulo de la saga contará con las ausencias de varios de los principales protagonistas, que verán lo que pasa desde la grada. El capitán John Terry, Wayne Rooney, Gary Neville, Emile Heskey, Rio Ferdinand, Jamie Carragher o Michael Owen, por citar a algunos ilustres, se perderán el partido por diferentes razones.
Y aunque McClaren ha recuperado a Owen Hargreaves, el batallador mediocentro del United, el seleccionador tiene otro quebradero de cabeza, llamado David Beckham.
"¿Salvador o pasajero?", se pregunta hoy el 'Daily Express', preocupado por el bajo estado de forma del ex madridista. La prensa británica recuerda que Beckham fue el salvador hace seis años, cuando un gol suyo clasificó a Inglaterra para la Copa del Mundo del 2002.
Con tantos lesionados Peter Crouch ha pasado de secundario de lujo a jugar un papel central de la trama. Este martes aparece en la prensa inglesa fotografiado en un sofá, relajado, mientras asegura que es capaz de llevar a su país a la Eurocopa, con la ayuda de Beckham. "David es exactamente el tipo de jugador que necesito", dijo.
Otro debate se centra entre la posibilidad de alinear al discutido Paul Robinson, a las órdenes de Juande Ramos en el Tottenham, o al meta del Aston Villa Scott Carson.
Lo que no ha de olvidar Inglaterra es que enfrente se encuentra Croacia, el equipo más fiable del grupo, a la vez que líder. Su seleccionador, Slaven Bilic, ha dejado claro que quieren ganar en Wembley: "Haremos nuestro juego de siempre y si ganamos será el mejor resultado en la historia del fútbol croata". Sin bajas significativas, el entrenador no contará con el apoyo de su hijo de diez años, seguidor de 'los tres leones', según informó el 'Sun'.
En todo caso, a la motivación de ganar en Wembley se suma el generoso ofrecimiento de un multimillonario ruso, que ha ofrecido cuatro coches a los croatas si vencen a la selección de McClaren.
Inglaterra: Carson; Richards, Lescott, Campbell, Ashley Cole; Gerrard, Barry, Beckham, Joe Cole, Lampard; y Crouch.
Croacia: Pletikosa; Simic, Robert Kovac, Corluka, Simunic; Niko Kovac, Modric, Srna, Kranjcar; Petric y Eduardo.
Estadio: Wembley, 20.00 GMT (17.00 de Chile).
Árbitro: Peter Fröjdfeldt (SUE).