TOKIO.- Boca Juniors debutará mañana en el Mundial de Clubes 2007 seguro de su superioridad ante el conjunto tunecino Etoile Sportive du Sahel pero sabedor de que los africanos saldrán agazapados, con una férrea defensa y dispuestos a sorprender a los argentinos como ya hicieron con los mexicanos de Pachuca.
El técnico de Boca, Miguel Ángel Russo, aseguró que el pase de su equipo a la final del torneo dependerá exclusivamente de lo que sean capaces de hacer sus hombres sobre el terreno de juego, conscientes de que el único resultado aceptable para el club y los aficionados es la victoria.
El Etoile llegará a la cita de mañana con la moral por las nubes, con una gran preparación física y con la mente puesta dar la sorpresa ante Boca igual que hicieron con Pachuca en cuartos de final.
Los africanos, que llevan cerca de dos semanas en estas latitudes para llegar en plenitud de condiciones al Mundialito, eliminaron contra todo pronóstico a uno de los clubes más laureados de la historia de México por un gol a cero.
El técnico de los tunecinos, el galo Bertrand Marchand, planteó frente a Pachuca un 4-4-2 basado en una ordenada línea de zagueros que supera los 185 centímetros de altura, rápidas salidas al contragolpe, y fe en resolver el choque con una jugada aislada, tal y como finalmente sucedió.
El encuentro tendrá lugar en el Estadio Nacional de Tokio a las 19.30 hora local (10.00 GMT) y todo apunta a un asedio de Boca sobre la portería defendida por Balbouli, un escenario habitual para los porteños, acostumbrados a enfrentarse con equipos que renuncian al balón y acumulan jugadores atrás para frenar a Palermo y compañía.
Para superar las semifinales del torneo, Russo contará con todos los jugadores que han viajado a Japón a excepción de Riquelme, que llegó ayer a Tokio para apoyar a sus compañeros desde la grada.
El astro de Boca no puede participar en la competición debido a que su reciente traspaso desde el Villarreal español al club argentino se produjo demasiado tarde como para que la directiva porteña pudiese incluir a Riquelme en la lista de convocados que entregó a la FIFA.
Ésta es la tercera ocasión en la que el representante de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) se mide en el Mundial de Clubes con un conjunto africano, hasta ahora siempre con triunfo americano.
En enero de 2000 el Corinthians brasileño superó por dos a cero al Raja Casablanca marroquí y en 2006 el Internacional de Porto Alegre derrotó por dos a uno al Ahly egipcio.
Boca, en su primera participación en este torneo, se enfrentará contra el Etoile en el mismo escenario en el que en 2000 obtuvo por dos goles a uno su segunda Copa Intercontinental, antecesora del Mundial de Clubes, ante el Real Madrid.
Hasta el momento, el Mundialito, en sus tres ediciones disputadas, ha estado dominado por el fútbol sudamericano con victorias brasileñas en todas las citas.
En caso de que Boca Juniors bata al Etoile, que es lo más previsible, los argentinos se medirán en la final al vencedor del cruce entre AC Milán y Urawa Reds japonés.
En la última participación de Boca en la Copa Intercontinental en 2003, los argentinos se alzaron con el título tras derrotar al Milán en los penaltis por tres a uno.