TOKIO.- El voluntarioso Urawa Reds hizo valer su condición de local y finalizó tercero del Mundial de Clubes 2007 tras superar en los penaltis de la final de consuelo a un correoso y eficaz Etoile Sportive du Sahel que vendió muy cara su derrota.
Tras un empate a dos goles al término de los noventa minutos, los japoneses no titubearon en la tanda de penaltis y les bastó con cuatro lanzamientos para superar a un luchador equipo tunecino que erró desde los once metros en dos ocasiones.
El partido fue un toma y daca, con mayor posesión para el Urawa, pero con ocasiones para ambos conjuntos.Se adelantó el equipo tunecino en el minuto cuatro de penalti tras un fallo garrafal de la zaga nipona, que echó en falta al lesionado Tulio, baluarte defensivo y auténtico corazón del Urawa.
Los nipones no le perdieron la cara al choque y se lanzaron al ataque en busca del empate y animados por la inagotable hinchada local.
El tanto llegaría en un preciso centro del volante Soma, quebradero de cabeza para la defensa africana durante todo el encuentro, que colgó el balón al área pequeña y Washington igualó la contienda con un certero cabezazo.
La segunda parte arrancó con un cambio de estrategia en el Etoile, que decidió estirar sus líneas en vez de esperar agazapado al Urawa en busca de un contragolpe.
Cuando empezaban a surgir dudas entre los nipones, Washington, estrella brasileña del Urawa que recibió el cariño de la afición en la que es su última campaña en el club japonés, puso a los suyos por delante tras un saque de falta de Nagai.
El Etoile, tras unos minutos de desconcierto, se reorganizó y, nuevamente tras un asombroso error de la defensa local y del portero, que no acertó a agarrar el balón ante la insistencia del nueve tunecino, marcó por segunda vez.
El tanto de Chermiti dejó el partido condenado a los penaltis, a pesar de los últimas aproximaciones del Etoile ante un desorientado Urawa.
Al final, los japoneses se impusieron en un partido vibrante, con sabor a final, en el que el fútbol de toque nipón derrotó a la eficacia y verticalidad de los tunecinos.